Banca y finanzas
Moody's: Banco Popular no puede esperar a que el sector inmobiliario remonte
- El consejo de administración analizará las ofertas de fusión el día 31
elEconomista.es
A la banca española se le avecinan vientos de cola que favorecerán su desempeño con la incipiente recuperación del mercado inmobiliario y, a más largo plazo, el alza de tipos de interés. Pero el Popular no puede esperar tanto. La entidad presidida por Emilio Saracho se encuentra "bajo presión" para mejorar su solvencia y acelerar la reducción de activos improductivos en un plazo "más corto" de tiempo, subraya la vicepresidenta adjunta y analista de Moody's, María Viñuela.
La agencia de calificación degradó en dos escalones la nota de solvencia del banco hace un mes por los errores contables superiores a 600 millones de euros detectados en varios ejercicios y que hundieron el ratio de capital más puro CET1 al 11,91%, apenas 53 puntos básicos por encima del umbral mínimo exigible. Esta ajustada tasa es la razón aducida por Moody's para sostener que, pese a que la reanimación inmobiliaria beneficiará a los bancos con gran carga de ladrillo, el Popular no dispone de tiempo suficiente para aprovecharla, dado que se materializará "a lo largo del tiempo", según declaraciones de Viñuela recogidas por EP.
Su balance soporta 36.839 millones de euros en activos improductivos -17.727 millones en adjudicados y más de 19.000 en crédito dudosos-. El principal escollo a una venta acelerada es que apenas están cubiertos en un 45% por provisiones, frente al 51% de media del sector, lo que impide efectuar grandes descuentos para enajenar de forma rápida los pisos sin incurrir en pérdidas. De hecho, en el primer trimestre fue el primero donde las ventas superaron a la entrada de adjudicados, permitiendo reducir la cartera de activos tóxicos en 569 millones.
Aún con esa inflexión, el volumen remanente es de tal magnitud que supone una cuarta parte de sus activos o hasta el 36% si se agregan los créditos refinanciados, estima Moody's. Y la valoración de esta exposición se encuentra sujeta a ajustes por la retasación de más de 40.000 inmuebles que actualmente tiene en marcha.
Su futuro, en el aire
Este ejercicio de revisión está complicando además el proceso abierto para solucionar su futuro con una fusión. No puede ofrecer aún una tasación cerrada de los activos, algo que impide a las entidades que escrutan sus números, fijen un precio al Popular y puede incentivar una oferta a la baja ante el riesgo de tropezar con sorpresas.
JP Morgan, la entidad elegida por el Popular para efectuar la prospección de interesados en una operación corporativa, quiere tener sobre la mesa ofertas firmes el próximo 10 de junio. En el mercado se da por seguro que Bankia y Santander presentaron una propuesta no vinculante la pasada semana y el reenganche de BBVA al proceso.
Pero en paralelo, el banco explora una macroampliación alternativa de capital y continúa con su agenda de venta de activos. Su consejo de administración está convocado el próximo día 31 y, aunque no hay orden del día, es presumible que evalue el progreso de todos estas líneas de actuación, incluidas las ofertas de los bancos interesados.
La cotización del Popular tomó aire este jueves: recuperó un 1,35% para sellar la jornada en 0,67 euros y con casi 2.800 millones de capitalización bursátil. La incertidumbre que sobrevuela a la enseña sume a su cotización en permanentes altibajos. Casi tanto como la dispar valoración que le otorgan los analistas. Su precio objetivo oscila entre 1,25 y 0,25 euros bajo los distintos escenario y soluciones de futuro con que trabajan las firmas de análisis que evalúan al Popular.