Banca y finanzas

Bankia rechaza las reclamaciones de sus empleados por las cláusulas suelo

  • Sigue el mismo criterio que en los casos de preferentes y acciones de la OPS

Fernando Tadeo

El proceso extrajudicial abierto por Bankia hace unas semanas por cláusulas suelo sí contiene algunos filtros por tipología de clientes. Es decir, no beneficia a todos los afectados. Uno de los colectivos que verá rechazadas sus peticiones son los propios trabajadores de la entidad. El Supremo cambia su jurisprudencia en cláusulas suelo para adaptar la sentencia del TJUE.

La dirección del banco comunicó hace unos días a los representantes sindicales que la plantilla no podrá acogerse a este mecanismo para recuperar el dinero cobrado de más por los topes hipotecarios, lo que ha abierto un nuevo cisma entre la cúpula y los empleados.

Ya en el pasado, Bankia impidió a la plantilla participar en otros procedimientos de devoluciones por prácticas abusivas, como el arbitraje de preferentes o la devolución exprés de las cantidades perdidas por invertir en la salida a bolsa de mediados de 2011.

Los sindicatos están descontentos con esta nueva decisión de los máximos responsables, ya que, a su juicio, supone una "discriminación de trato" frente al resto de clientes, entre los que se encuentran notarios, registradores, agentes de bolsa o personas cualificadas.

La entidad alega que los trabajadores no pueden defender desconocimiento de las condiciones del producto o falta de transparencia, que es el único filtro que está aplicando Bankia a la hora de rechazar las reclamaciones extrajudiciales. Además, considera que las condiciones de los préstamos para la adquisición de vivienda están regulados por el convenio colectivo de las antiguas cajas de ahorros, por lo que los sindicatos tenían pleno conocimiento de las cláusulas. Es más, en el convenio actual, vigente hasta 2018, existen topes -que cada entidad puede mejorar- en los préstamos hipotecarios.

Bankia, junto a BMN, son los dos únicos bancos que no están poniendo pegas a los afectados en este procedimiento impulsado por el Gobierno tras la sentencia del Tribunal de Luxemburgo, hecho que ha molestado al resto del sector, que sostiene que las cláusulas suelo son legales y que, por tanto, no habría que devolver el dinero sin sentencias condenatorias firmes.

El presidente de BBVA, Francisco González, llegó a decir que a él también le gustaría "ser Papá Noel todas las mañanas", en referencia a la medida adoptada por Bankia con los afectados de los topes y a que es un grupo nacionalizado. El Estado controla el 65,9% de su capital.

El volumen de trabajadores que tienen cláusulas suelo no son numerosos, ya que ni Bancaja ni Caja Madrid -las dos entidades que aportaron en la creación del grupo el mayor volumen de activos-. De ahí, que el número de afectados de Bankia tampoco sea elevado. Estima que tendrá que devolver dinero a unos 57.000 usuarios.

Según la última información aportada, había reembolsado unos 53 millones de euros a casi 10.000 clientes, de los 215 millones provisionados. La entidad quiere acelerar al máximo posible el proceso y centrarse en la comercialización de productos para mejorar la rentabilidad y los resultados.

La estrategia de Bankia es evitar la judicialización en las reclamaciones y ahorrarse el coste de estos procedimientos, que pueden elevar la factura más de un 30%.