Banca y finanzas

Las actas de Caja Madrid avalan que fue Miguel Blesa quien creó las 'black'

  • Las tarjetas eran "para representación" bajo el mandato de Terceiro
  • Los primeros plásticos tenían un límite de gasto entre los 250 y los 300 euros
En la imagen, Miguel Blesa.

Javier Romera, Eva Díaz, Fernando Tadeo

Las actas de los consejos de administración de Caja Madrid bajo la presidencia de Jaime Terceiro, a las que ha tenido acceso elEconomista, avalan que fue su sucesor en el cargo, Miguel Blesa, quien creó las tarjetas black.

En una de estas actas, la correspondiente al consejo celebrado el 30 de octubre de 1995, en la que se informa de las distintas vías de retribución a los consejeros se deja claro que las tarjetas Visa que se estaban entregando a los miembros del consejo y de la Comisión de Control eran "exclusivamente para gastos de representación".

Eran una vía de reintegro para los consejeros junto a las dietas por asistencia a las reuniones tanto de la caja como de las sociedades del grupo, las pólizas colectivas de seguros -sanitaria, de responsabilidad civil y de vida- y las líneas especiales de préstamos para la adquisición de vivienda.

La primera vez que se habla de la necesidad de crear una vía para compensar los gastos de los consejeros fue, sin embargo, el 24 de mayo de 1988. Según se refleja en el acta de aquel consejo, Terceiro expuso "su opinión sobre lo inadecuado del importe de las dietas para los señores consejeros, no comparables bajo ninguna premisa, con la de otras entidades, cajas o bancos".

El antiguo presidente de la caja dejó claro en aquel momento que no se trataba de buscar una vía retributiva opaca, sino de compensar los gastos en los que se pudiera incurrir por la actividad laboral. "Es preciso dignificar la función del consejero también en materia de compensación de los esfuerzos y dedicación a la entidad, cubriendo al menos los costes en que se incurra por el ejercicio de su función", aseguró Terceiro, que fue el máximo responsable de caja entre 1988 y 1996.

Durante su comparecencia el pasado 24 de octubre en calidad de testigo en el juicio de las black en la Audiencia Nacional, Terceiro desmintió las acusaciones vertidas por algunos de los imputados en la causa, entre ellos su sucesor en el cargo, Miguel Blesa.

En su comparecencia no sólo negó que las tarjetas black se crearan bajo su mandato, sino que atacó duramente tanto a Blesa como a Rodrigo Rato, que presidió Caja Madrid a partir de enero de 2010. Tal y como se demuestra en las actas, el actual consejero de Bankinter reconoció que bajo su mandato se pusieron en circulación unas tarjetas para gastos de representación -"exclusivamente", según insistió-, con una factura media muy limitada, de 250 ó 300 euros mensuales.

Estas tarjetas, de acuerdo con su declaración, sustituían al dinero que la entidad abonaba en metálico a sus responsables por dichos gastos y eran completamente transparentes y legales. Eran "white", remarcó Terceiro, rechazando así las acusaciones vertidas por varios imputados en las últimas semanas, en las que apuntaban a que la fórmula fue implantada en la caja a principios de los noventa. Terceiro señaló ante el tribunal que esas tarjetas se fueron oscureciendo y fueron aumentando sus límites, hasta el punto de multiplicar por más de 277 el importe percibido por sus usuarios.

Uso de PIN

Su declaración ha levantado, sin embargo, algunas sombras de sospecha. Terceiro negó en todo momento que el dinero de plástico pueda formar parte de la retribución de los directivos y consejeros, porque eso es "inconcebible" y recalcó que las tarjetas no contaban con un PIN para poder sacar dinero en los cajeros automáticos, tal y como se desprende de los movimientos reflejados en los gastos de los imputados.

No obstante, documentos de la caja revelan que sí que se entregaron los código PIN a algunos de los usuarios de las tarjetas y por tanto, varios exdirectivos impugnarán al término de todas las comparecencias la declaración que realizó Terceiro el pasado 24 de octubre.