El banco malo refuerza su capital con 2.000 millones gracias a sus socios
La entrada en vigor de una nueva normativa contable obligó a Sareb a valorar individualmente sus activos y, tras un intenso proceso, se determinó que la compañía debía acometer un saneamiento de 2.044 millones, adicional a los 968 millones aprovisionados en los dos ejercicios anteriores.
Para tapar ese agujero, que provocaba un déficit en su capital, los accionistas de la sociedad han aprobado en junta convertir en capital deuda subordinada por importe de 2.170 millones de euros, según ha explicado en una nota la compañía presidida por Jaime Echegoyen.
Este hecho privará a todos los accionistas de poder recibir los futuros intereses que generaría esa deuda subordinada, pero será suficiente para que Sareb, creada a finales de 2012 para liberar a la banca rescatada de activos tóxicos, pueda hacer frente con sus propios recursos a las pérdidas por el saneamiento sus activos.
De este modo, no será necesario que sus socios desembolsen más dinero mediante nuevas aportaciones de capital, más allá de las efectuadas al constituir la sociedad, lo que limita la aportación pública y de los bancos a Sareb.
Tras esta operación, la participación del Estado seguirá siendo del 45 % y el resto continuará en manos de bancos, aseguradoras y una eléctrica; los recursos propios pasan a formarlo 953 millones en capital y 1.429 millones en obligaciones subordinadas.
Por otro lado, la junta de accionistas de Sareb ha aprobado el nombramiento de Javier García-Carranza como consejero dominical en representación del Banco Santander.
Carranza es director general adjunto y encargado de Reestructuraciones, Inmobiliario, Participadas y Capital Riesgo del Banco Santander.