Fitch ve este año fusiones de bancos medianos en España
- Los bancos medianos necesitan ganar escala para poder sobrevivir
Fernando Tadeo
Las previsiones sobre una nueva oleada de fusiones de bancos medianos en España se intensifican al tiempo que los reguladores presionan al sector para que finalmente se materialicen. Cada vez son más las voces que apuntan a un proceso de concentración en el sistema español este mismo año ante la falta de rentabilidad.
La agencia de calificación Fitch se manifestó en este sentido. En un informe sobre la situación de la banca en Europa, señaló que los incentivos para que se produzcan integraciones de bancos de mediano tamaño en España están aumentando y avanzó que estas operaciones tendrían lugar a final del presente ejercicio.
Otras fuentes financieras sostienen que la ola podría comenzar, incluso, con anterioridad, a mediados de 2016, justo después de que culmine la inestabilidad política con la formación del nuevo Gobierno.
Fitch indica que los bancos de mediano tamaño necesitan ganar escala para poder sobrevivir, ya que los márgenes son estrechos por la baja actividad y por los tipos de interés ultrabajos.
Desde el pasado verano, el Banco de España y el BCE está instando al sector a que emprenda fusiones, movimiento al que de momento las entidades se han resistido. La intención de los supervisores es que los grandes grupos, Santander, BBVA y Caixabank, absorban los grupos que presentan unas mayores dificultades.
BMN, Liberbank y Popular
Diferentes bancos de inversión y expertos del sector coinciden en afirmar que en este baile de integraciones se verán implicados, entre otros, la nacionalizada BMN, Liberbank, el Popular e, incluso, el Sabadell. El mapa que se dibuja dejará en menos de 10 las entidades de tamaño relevante en nuestro país frente a las catorce actuales.
En las últimas semanas el foco de atención se centra en el Popular. Los tres grandes grupos se interesan por su negocio. El banco presenta una morosidad superior a la media y una rentabilidad es inferior. Además, el desplome de la acción desde agosto permite una potencial adquisición a precios bajos. Su capitalización bursátil bajó ayer de los 5.000 millones de euros.
El grupo, sin embargo, ha defendido en diversas ocasiones recientemente su vocación de independencia y ha indicado que, de participar en el proceso de concentración, será como comprador.
El atractivo del Popular es su amplia implantación en todo el territorio nacional, incluido Galicia, y su cuota de mercado relevante en el negocio de pymes.
Los expertos apuntan a que BMN no podrá cumplir con sus objetivos de salida a bolsa a lo largo de este año y que el Gobierno se verá obligado a desprenderse de su participación -65%- en una operación de adquisición por parte de otra entidad. Eso sí, cualquier proyecto en BMN está condicionada a la formación del Gobierno y su ideología.
Los compradores, según fuentes del sector, podrían ser también bancos extranjeros, como el francés BNP Paribas, ya que el BCE está promoviendo la puesta en marcha de operaciones transnacionales. En estas participarían los tres grandes españoles, aunque Caixabank ha descartado cualquier integración de este tipo hasta que no se cierre el mapa en España.