Banca y finanzas

La AEB recurrirá el 'impuestazo' y pide que "no es el momento de endurecer los requisitos de capital de la banca"

  • Ante el desafío que supone la guerra arancelaria, la patronal bancaria pide una respuesta única por parte del Viejo Continente
Alejandra Kindelán, presidenta de la AEB. Ana Morales

Eva Contreras, Matteo Allievi
Madrid,

La Asociación Española de Banca (AEB) recurrirá el gravamen al sector, que el Gobierno extendió durante tres años con un nuevo diseño por tramos. La patronal no puede denunciar la ley, pero sí su contenido e irá a los tribunales cuando se publique el modelo definitivo de liquidación del tributo, explicó la presidenta de la patronal, Alejandra Kindelán.

"Lo veo como una mochila que tenemos a hombros para transitar un entorno de enorme incertidumbre, de enorme volatilidad, y en el que el sector está llamado a jugar un papel fundamental de financiación", argumentó este jueves durante un encuentro informativo, en alusión al potencial impacto de la guerra comercial declarada por Donald Trump y las incertidumbres geopolíticas.

La banca y la patronal se opusieron al tributo en su origen al considerarlo "arbitrario" y advirtiendo que "penaliza la capacidad del sector de dar crédito", y cuando el Gobierno lo reformuló para prorrogarlo, avisaron de que "ya no tenía justificación porque estaban bajando los tipos de interés" y "había enormes riesgos geopolíticos por delante", recordó.

A su juicio, ahora se justifica más desmontarlo con el agravamiento de los riesgos geopolíticos, máxime cuando se necesitará un mayor pulmón por parte de la banca y la española es la única que sufre el gravamen. "Supone una carga a nuestro sector bancario español y solo al español, durante tres años, más de 2.000 millones de euros", remarcó como queja a una penalización exclusiva al sector financiero español en un momento tan desafiante y cuando es clave su contribución para financiar a las economías.

Financiación en defensa

Preguntada por el aumento de la financiación en el sector europeo de la defensa, Kindelán insistió en que se trata de un cambio de paradigma importante. "Con una guerra a las puertas de Europa, nuestro principal socio en defensa está cuestionando algunas cosas y exigiendo inversiones, lo que nos obliga a tener claro cuál es la prioridad, que es salvaguardar nuestro espacio de progreso y seguridad", agregó.

Según Kindelán, los países tienen que dibujar su hoja de ruta y una vez que estén establecidos los planes de contrataciones de defensa, habrá que financiarlos. "Habrá una colaboración público-privada, habrá un papel para los mercados de capitales y también para la banca, que será responsable en la financiación en defensa, como no puede ser de otra manera. Es un convencimiento que debemos tener todos como sociedad, es decir, que vamos hacia un escenario nuevo", aseveró.

Con respecto a la guerra comercial desatada por Donald Trump, la presidenta de la AEB admitió que se trata de un escenario "sin precedentes", en el que "todavía no se sabe cuál es el punto de equilibrio ni de llegada". Eso sí, confía en que "las líneas de negociación van a triunfar sobre la confrontación" y ha pedido una respuesta única por parte del Viejo Continente. "Importante: en Europa, más integración y con todo este foco en crecimiento y competitividad que exige simplificación normativa, que nos permitirá también reducir costes", apuntó.

Los aranceles no afectarían directamente al sector, sino a sus clientes, recordó Kindelán, y subrayó que la AEB "quiere estar cerca de ellos". La presidenta señaló que la banca española afronta este momento de incertidumbre desde una situación de fortaleza y solidez, con elevados ratios de solvencia, rentabilidad, liquidez, lo que "es un factor de confianza y seguridad para las empresas y las familias de este país ante tantas dudas".

Por tanto, la banca estaría preparada para hacer frente a situaciones inesperadas, aunque para Kindelán "no es el momento de endurecer los requerimientos de capital, sino que centrarnos en la fortaleza del sistema para ayudar a la economía real".

Los bancos pertenecientes a la Asociación Española de Banca (AEB), que representan al 63% del sector financiero español, lograron el año pasado un resultado neto conjunto de 28.000 millones de euros, con una rentabilidad por encima de la media de las otras entidades europeas. "El peso del crédito en nuestro balance es bastante superior a lo que tienen los bancos de la eurozona, sobre todo el crédito a hogares marca la diferencia, y lo mismo se aplica para el pasivo, es decir, los depósitos. Es sin duda una fortaleza de nuestro sector", indicó Kindelán.

Para mejorar el potencial de la banca, reiteró la demanda de simplificación regulatoria del sector. "Tenemos un sistema muy complejo que dificulta muchas veces entender dónde está el nivel del requerimiento de capital", avisó, en alusión a que las normativas de origen dependen de desarrollos regulatorios posteriores o normas técnicas de, por ejemplo, la EBA -Autoridad Bancaria Europea- que llegan a añadir varios puntos básicos de exigencia en solvencia en muchos casos.

El regulador y supervisor son receptivos a revisar procedimientos, sin aligerar los requerimientos en solvencia. Según Kindelán, se trata de conseguir una simplificación y lograr una previsibilidad normativa para las entidades, "no de bajar la barra".

Entre las novedades que enfrenta el sector figura el euro digital que el Banco Central Europeo (BCE) quiere acuñar. Aunque la aprobación de su desarrollo no será definitiva hasta octubre, el supervisor defiende su necesidad como alternativa de pagos europea frente al pulso de Trump, ya que la mayoría de pagos dependen de infraestructuras y firmas emisoras estadounidenses en la actualidad.

La banca quiere que Bizum forme parte del desarrollo sobre el que operará el euro digital y sea uno de sus casos de uso -el BCE quiere que sirva para pagar, por ejemplo, de manera offline cuando no hay conexión a internet o como billetera digital-. "El desarrollo de pagos tiene que estar anclado en soluciones privadas, que las tenemos y muy buenas. Hemos hablado de Bizum como campeón de pagos en Europa, pues ahí tiene que estar anclado el euro digital", argumentó en su defensa Kindelán