Banca y finanzas

La CNMC inicia un expediente sancionador a la funeraria de GCO, Mémora

  • Lo hace por incumplir unas condiciones en las compras de Rekalde e Irachi
La presidenta de la CNMC, Cani Fernández. EP

Aitor Caballero Cortés

La Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) ha anunciado que ha iniciado un expediente sancionador contra Grupo Mémora, funeraria que la aseguradora GCO compró el pasado 2022 por 387 millones, por incumplir una serie de condiciones tras dos adquisiciones realizadas por la compañía en 2021.

En concreto, la CNMC explicó en el momento de la autorización de compra de Mémora a las dos funerarias, Rekalde e Irache (en Guipúzcoa y Navarra respectivamente), que el grupo se comprometía, entre otros, a desinvertir en instalaciones en Guipúzcoa. En el municipio de Zarauz estaba obligada a mantener el funcionamiento y la viabilidad económica del tanatorio hasta su venta a un nuevo propietario, así como realizar un informe mensual sobre el proceso de desinversión.

Sin embargo, Mémora no cumplió con ninguno de estos dos requisitos, cerrando el tanatorio en, al menos, los ocho meses siguientes a la compra de la instalación, según la CNMC. Tampoco envió los informes mensuales sobre el estado de la desinversión, incumpliéndolo hasta en cinco ocasiones.

A finales del año pasado, el consejo de la CNMC declaró el incumplimiento de ambos compromisos, por lo que inició el expediente sancionador que, según detalla la nota de prensa del regulador, "no prejuzga el resultado del procedimiento, y que cuenta con periodo máximo de tres meses para su instrucción y resolución".

Competencia califica este expediente como una infracción muy grave, por lo que según la Ley de Defensa de la Competencia, en su artículo 63, las sanciones por este tipo de infracciones podrían ser de hasta el 10% del volumen de negocios de la compañía a nivel mundial, o bien de más de 10 millones de euros si no se pudiera delimitar el volumen de negocios anterior.

Aprobación en segunda fase

La compra de Mémora de estas dos funerarias la resolvió la CNMC en segunda fase debido a los "potenciales riesgos para la competencia". En concreto, Grupo Mémora pasó con esas dos adquisiciones a "una posición de monopolio en Guipúzcoa en el mercado mayorista de tanatorio en 4 municipios; de crematorio en 3 municipios; y de cementerio en otros 14", explicó la CNMC.

Para el caso de Navarra, la adquisición de Irache significaba mucho, ya que era la única empresa presente en el mercado mayorista de tanatorios en 15 municipios. También tendría el único crematorio en dos localidades y poseería la gestión del cementerio en una de ellas.

Con ambas compras, Mémora pasó a gestionar las instalaciones de 47 localidades en Navarra donde no prestaba actividad y de otras cinco en Guipúzcoa. La alta concentración de mercado en algunas localidades hizo que Mémora presentara un informe con compromisos que llevaría a cabo el grupo para que la situación competitiva de esa geografía no se viera afectada.

En concreto, en San Sebastián desinvertiría en los tanatorios de Benta Berri y Trintxerpe para tener una cuota de mercado similar a la que tenía Rekalde en el momento de la compra. En el caso de Zarauz y en el área de Santesteban y de Elizondo, Mémora se comprometió a desinvertir en un tanatorio en cada caso, no cumpliendo en el primero.