Banca y finanzas

Sabadell calcula que pagará 30 millones menos con el nuevo diseño del impuesto bancario

  • La entidad decidirá en enero sobre el reparto de un dividendo extraordinario por el exceso de capital
Sergio Palavecino, CFO de Sabadell

Matteo Allievi
Madrid,

El impuesto a la banca seguirá pasando factura a los beneficios de las entidades financieras durante tres años más. Sin embargo, el nuevo diseño del gravamen, aprobado este jueves por el Congreso de los Diputados, alivia la carga sobre las entidades con menores márgenes de intereses y comisiones, como Sabadell, Bankinter y Unicaja. El banco vallesano pagará 30 millones de euros menos, según ha cifrado este viernes en una conferencia de JP Morgan su director financiero, Sergio Palavecino, aunque ha reconocido que todavía tiene que hacer los cálculos finales. "El tramo más alto es cuando los ingresos superan los 5.000 millones: un tramo del 7%. No estamos ahí, sino en el segundo tramo más alto", ha señalado Palavecino.

Bankinter y Unicaja también salen ganadores tras el cambio del tributo. La factura para el banco presidido por Gloria Ortiz se reducirá en 40 millones, lo que implicaría una mejora de medio dígito (alrededor del 5%) en el beneficio por acción con respecto al impacto del impuesto anterior, mientras que el banco malagueño desembolsará 45 millones menos y su beneficio por acción se incrementaría en casi dos dígitos, según las estimaciones de Deutsche Bank.

Por su parte, los bancos con mayores beneficios resultan más perjudicados. CaixaBank sale peor parado, ya que deberá tributar 80 millones más: su consejero delegado, Gonzalo Gortázar volvió a arremeter contra el gravamen el pasado martes al tratarse de un "impuesto al crédito". En la misma línea, Santander y BBVA abonarán 70 y 40 millones más, respectivamente.

"El mantenimiento de un impuesto que ahora es difícil de vincular a beneficios extraordinarios genera incertidumbre para los accionistas, contribuyendo a un cierto grado de estigmatización hacia los bancos españoles", ha comentado Alfredo Alonso, analista de Deutsche Bank. Sin embargo, matiza que el impacto final no debería ser excesivamente duro en comparación con el de los tres años anteriores, incluso para los más perjudicados. En concreto, estima para CaixaBank un impacto inferior al 2% en el beneficio por acción en comparación con el gravamen anterior, así como por debajo del 1% para Santander y BBVA. Este año, el gravamen de las entidades de crédito ha supuesto una recaudación de 1.695 millones de euros.

"Los volúmenes serán un viento de cola"

En un entorno de tipos a la baja, los bancos han reiterado que apostarán por una aceleración de su negocio para compensar una esperada reducción de los márgenes de interés. Palavecino, que ha asumido el cargo esta semana en sustitución de Leopoldo Alvear, ha afirmado que espera que el impacto en los ingresos por intereses de las rebajas de tipos comience a verse compensado en la segunda mitad de 2025 por el incremento en el volumen del crédito. "En los próximos trimestres, los tipos van a ser un viento de cara, mientras que los volúmenes serán un viento de cola", ha agregado el director financiero, que anticipa que la normalización de tipos llevará a un nivel cercano al 2% de manera "bastante rápida".

La demanda de préstamos se verá impulsada por un entorno macroeconómico favorable en España, ha insistido Palavecino. La Comisión Europea elevó las previsiones de crecimiento de la economía española al 3% para este año, ampliamente por encima de la media europea. En unas condiciones económicas "adecuadas", el director financiero espera que el crecimiento de préstamos en España se acerque al dígito medio en los últimos tres meses del año, superando el 3% registrado en el tercer trimestre. "Esperamos que las hipotecas crezcan a una tasa de un solo dígito, y los préstamos al consumo a dos dígitos. En cuanto a las pymes y las empresas, estimamos un crecimiento de un dígito medio", ha indicado.

Preguntado precisamente por la evolución de la rentabilidad, el director financiero ha indicado que el banco "es muy positivo" de cara al futuro. Durante el año que viene, estima que los ingresos permanecerán estables, ya que caerá el margen de intereses, pero subirán las comisiones. Para 2026, la ambición de Sabadell es que ambos crezcan ante una estabilización de los tipos de interés en el entorno del 2%. A este respecto se apoyará en TSB, su banco británico, ya que su margen de interés crecerá en los próximos años debido a las coberturas estructurales que ha ido haciendo Sabadell con respecto a los tipos de interés.

Dividendo extraordinario

Aupados por unos beneficios por encima de lo previsto, las entidades financieras se han comprometido en generosas políticas de remuneración al accionista. Actualmente, Sabadell reparte el 60% de sus beneficios, por encima de algunos de sus competidores como BBVA y Santander. Además, tiene el compromiso de distribuir todo el capital CET1 generado por encima de una ratio del 13%.

Para el periodo 2024-2025, el banco catalán tiene previsto distribuir unos 2.900 millones de euros en remuneración a los accionistas. Pero esta cifra podría ser finalmente superior, debido a que cuando se calculó se tenía en cuenta un retorno sobre capital tangible (RoTE) del 12%, mientras que ahora está en el entorno del 13%. El posible aumento de esa remuneración se produciría en un momento estratégico, al poder servir como contraofensiva en la opa lanzada por BBVA, ya que una mayor retribución podría convencer parte del accionariado de rechazarla.

Palavecino ha detallado que el banco vallesano decidirá durante el mes de enero, con ocasión de la publicación de los resultados anuales, de cuánto será el reparto de un dividendo extraordinario para cumplir con su política de distribución del exceso del capital. "En los últimos dos años, estas distribuciones se han realizado en forma de dividendos en efectivo y recompras de acciones. Nos gustan ambas porque creemos que dar efectivo a los inversores es un elemento clave y que las recompras son un poderoso elemento de generar valor", ha agregado.

Sabadell repartió su último dividendo 1 de octubre, por un valor de 8 céntimos por acción y una rentabilidad superior al 4%, uno de los más elevados entre las firmas españolas. El banco vallesano es la segunda empresa que más se revaloriza dentro del Ibex en lo que va de año, solo por detrás de la aerolínea IAG, al anotarse un crecimiento del 62%.