Banca y finanzas

CaixaBank dejará de ser socio a la fuerza de Cleop al ganar una guerra legal de 10 años

  • La empresa le otorgó el 16% de sus acciones a cambio de deuda de su concurso
  • El Supremo ha ratificado dos resoluciones anteriores favorables al banco
  • Tras la sentencia Cleop ha reformulado sus cuentas, pero lo mantiene como socio 
Imagen de archivo de Carlos Turró, presidente de Cleop. Foto: Guillermo Lucas

Ángel C. Álvarez
Valencia,

Desde hace una década CaixaBank figura como el segundo mayor accionista del grupo constructor y de servicios Cleop en la información periódica que la empresa remite a la CNMV. El banco, que no compró acciones ni participó en ampliaciones de capital de la sociedad, lleva litigando desde hace diez años en los tribunales para dejar de ser socio a la fuerza en el capital de la empresa valenciana.

Una guerra que ha llegado hasta el Supremo, que ha vuelto a dar la razón a CaixaBank al tumbar el recurso de Cleop. La entidad financiera había logrado dos sentencias previas a su favor, primero en el juzgado mercantil y posteriormente en la Audiencia de Valencia.

¿Cómo la empresa valenciana ha logrado mantener al banco como accionista 'fantasma' pese a su negativa? El origen del conflicto se encuentra en el concurso de acreedores de Cleop en 2012, en que buena parte de sus deudas financieras correspondían a Banco de Valencia, que poco después quedó en manos de CaixaBank por un euro. De hecho, en su día la empresa cotizada culpó de la insolvencia al banco valenciano que fue intervenido por el Banco de España por no refinanciar su deuda.

En su convenio de acreedores en 2014, la constructora ofreció dos alternativas. En ambos casos incluía una quita del 50% de la deuda, pero una consistía en capitalizar la deuda restante y la otra en el pago en efectivo de ese 50% en un plazo de 7 años, con dos de carencia. Pero, además, había una cláusula envenenada: si el acreedor no elegía expresamente se le aplicaría la conversión de deuda en acciones.

Tras una ristra de incidentes e impugnaciones dentro del concurso, que cambiaron la consideración de parte de los créditos del banco, la sorpresa llegó cuando Cleop inscribió en el registro la ampliación de capital para materializar la conversión de deuda. La deuda inicial de CaixaBank, por cerca de 15 millones de euros, se transformó en el 16,2% de sus acciones. No fue el único. La propia Agencia Tributaria (AEAT) de repente se convirtió en socia del grupo que preside y controla Carlos Turró con otro 9,6%.

La sentencia del Supremo, a la que ha tenido acceso elEconomista.es, coincide con los tribunales que le precedieron. Frente al argumento de Cleop de que el banco no cumplió el plazo para comunicarlo, señala que "consta que CaixaBank dirigió una comunicación a la concursada el día 13 de mayo de 2014, por la que optaba para la satisfacción de sus créditos ordinarios por la alternativa B, que suponía el pago en efectivo". Y subraya que lo hizo "tanto respecto delos créditos ordinarios que habían dejado de ser contingentes, como de los créditos concursales que, como consecuencia de la estimación de las acciones rescisorias concursales, perdieran la condición de privilegiados especiales y pasaran a ser ordinarios".

La Agencia Tributaria, el caso contrario

El Supremo también rechaza otro de los argumentos de Cleop: la decisión judicial que sí avaló la conversión de deuda de la AEAT, que hoy posee el 8,2% del accionariado. Para el Alto Tribunal, "no existe efecto de cosa juzgada material" por esa medida que aprobó el mismo juzgado mercantil en el incidente concursal que afectaba a Hacienda. Para ello se basa en que se trata de sujetos y acreedores distintos y que, en el caso del banco se justificaba por el plazo.

Fuentes jurídicas consideran que "la sentencia es muy clara" y despeja que CaixaBank no sea considerado como titular de las acciones. Así Cleop, que durante la crisis del Covid renegocio el convenio y redujo hasta el 70% la quita, tendrá que afrontar el pago de la deuda en efectivo.

Suspendida de cotización desde 2012

La empresa es una de las pocas compañías valencianas presentes en el mercado continuo, aunque de forma teórica. Desde su concurso en 2012 la CNMV mantiene suspendida a cotización y sus numerosos litigios, como el que mantiene por el control de la inmobiliaria Urbem con la familia Pastor, han hecho que el regulador no haya levantado esa medida.

El grupo que preside Carlos Turró, que hoy genera la mayoría de su negocio en el sector geriátrico, en su día destinó 110 millones de euros a tomar un paquete accionarial de esa promotora en la que tras años de demandas cruzadas sigue sin controlar.

Cleop informó a la CNMV de la sentencia asegurando que tiene los "recursos necesarios" para asumirlo. Desde la compañía aseguran que el banco sigue siendo accionista "hasta que no se resuelva otro procedimiento judicial en curso sobre la adjudicación de las acciones". La sociedad reformuló sus cuentas de 2023 tras la sentencia y en ellas valora en 1,4 millones de euros el posible impacto. Además, sigue incluyendo a CaixaBank como socio significativo con el mismo porcentaje, aunque a expensas de la "concreción" de la sentencia.