Banca y finanzas

La entidad de créditos rápidos Creditea deja España por el impacto normativo

  • El grupo británico alega "costes inasumibles" para salir tras 8 años en el país
Detalle de uno de los anuncios de Creditea para popularizar el crédito rápido.

Eva Contreras

La entidad de préstamos rápidos Creditea desmonta sus actividades en España después de ocho años de operativa. La firma, que se hizo muy popular por sus campañas publicitarias en televisión con el boom de los microcréditos rápidos o casi instantáneos y sin papeleos, alega un impacto regulatorio imposible de asumir en el informe anual correspondiente al ejercicio 2022 depositado en el Registro Mercantil.

"La evolución y nuevas exigencias de la normativa en España han creado riesgos y costes inasumibles para el negocio y el mercado en el que opera la sociedad, de forma que en el entorno actual se antoja complicado obtener una rentabilidad adecuada para los accionistas del grupo", argumenta.

"A pesar de la dificultad de este tipo de decisiones, se considera que es la acción correcta para garantizar el éxito a largo plazo del grupo en su conjunto", expone, y desvela que la decisión la adoptó su accionista, el grupo británico International Personal Finance en 2021, con intención de liquidar posiciones antes del fin de este ejercicio.

La entidad no ofrece mayor detalle de las dificultades normativas, pero fuentes del mercado recuerdan que el repliegue tiene lugar después de diferentes fallos judiciales que consideraron usurarios intereses en tarjetas revolving superiores al 26% cuando la actividad de los microcréditos o créditos exprés devenga TAEs superiores por asumir riesgos más elevados en su actividad.

Las entidades como Creditea financian importes pequeños y a plazos cortos con comisiones fijas a menudo de segmentos de población que no tienen acceso con facilidad a los créditos tradicionales, y sin obtener antes demasiada información acreditativa de la solvencia, más allá de los ingresos o no estar en un archivo de morosos. En la actual situación, su rentabilidad se ha estrechado de manera dramática además porque les cuesta mucho más fondear recursos para prestar y sus impagos son, de partida, muy superiores a los del crédito general.

Creditea arrancó en España en 2015 bajo el paraguas de International Personal Finance con el objetivo de popularizar el crédito y ofrecer una financiación "ética y flexible" a personas con dificultades para acceder a ella. Se labró una fuerte notoriedad de marca con acciones publicitarias junto a firmas similares y llegó, incluso, a esponsorizar al Rayo Vallecano. En su origen, daba líneas de crédito de hasta 3.000 euros a plazos máximos de 36 meses, que después oscilaron entre 500 y 5.000 euros.

La financiera pertenece a International Personal Finance Digital Spain, empresa digital del grupo británico IPF, que opera en nueve mercados y cuenta con 3 millones de clientes. Tras adoptar la decisión, el grupo británico intentó traspasar la cartera con clientes de acuerdo a fuentes del mercado que precisan que era un porfolio "sano", con muy limitada incidencia en impagos.

Al no cerrar una transacción, la filial redujo de manera interesada la cartera restringiendo la nueva contratación. A cierre de 2022 contaba con un saldo financiado de sólo 2,34 millones de euros con 15.378 clientes frente a los 21,84 millones (de 34.966 clientes) en el año previo, cuyo volumen también redujo de forma drástica con la simple amortización de posiciones y sin efectuar nuevas contrataciones.

Apoyo a la filial

La apuesta por la división llegó al accionista británico a inyectar casi 30 millones en diferentes ampliaciones de capital de la filial en España solo entre 2018 y 2020, pero al cierre del año pasado acusaba pérdidas de 3,21 millones.

La entidad de créditos rápidos sufre la contabilidad propia de empresa en liquidación, que exige mayores amortizaciones y provisiones, y un descenso del 78% en su cifra de negocio, hasta 4,28 millones, por dicha decisión empresarial.