Banca y finanzas

Genç (BBVA): "El impuesto no es bueno para España, reduce la capacidad para prestar"

  • El banco descarta reforzar su participación en Telefónica tras la entrada del saudí STC

Eva Contreras

El consejero delegado de BBVA, Onur Genç, se suma a los empresarios y banqueros que avisan sobre los dañinos efectos para la economía de prorrogar los impuestos extraordinarios. "No pensamos que sea bueno para España", expresó durante la presentación de resultados del banco, convencido de que perjudicará en dos direcciones: con una merma del crédito y ahuyentando la necesaria inversión extranjera.

"Si en el banco tenemos un euro más de capital eso implica que vamos a tener de 10 a 20 euros más para créditos", explicó, en alusión a que la hucha de solvencia multiplica la capacidad de financiación y avisó al tiempo sobre el riesgo de drenar sus recursos.

El Gobierno fijó un impuesto extraordinario a la banca que grava un 4,8 los ingresos -margen de intereses y comisiones- con intención de recaudar 3.000 millones en el bienio 2023-2024 para financiar ayudas a colectivos vulnerables. Sin embargo, el acuerdo de gobernabilidad de PSOE y Sumar establece su análisis para mantenerlo en el tiempo, un planteamiento que ha desatado fuertes críticas desde el empresariado y con avisos, incluso, de paralizar inversiones como ha hecho Repsol.

"Intentar reducir ese capital que tiene el banco llevaría a menos créditos y, por lo tanto, menos inversión en la sociedad, menos inversión en España. Y lo que España necesita ahora mismo es más inversión. Y estas medidas van a reducir esa capacidad", apuntó Genç, convencido de que "este impuesto no ha sido ni es una buena idea".

El impacto sería, según precisó, a medio y largo plazo y no estaría condicionando la situación actual donde la financiación está a la baja al haberse desplomado la demanda, sobre todo, en hipotecas por la fuerte subida de los tipos de interés.

El banquero también avisó sobre el nocivo mensaje que se lanza con la idea de su prórroga para el inversor que quiera venir a España. "Esto crea una incertidumbre jurídica; esa sensación de que las normas cambian súbitamente. Y ¿quién va a querer invertir en un entorno en el que las normas cambian constantemente? Por lo tanto, a nivel de inversión extranjera o de inversión también se va a producir un efecto negativo y conjuntamente ambas cosas son malas para España", aseguró.

El banquero criticó la propia formulación de un tributo cuestionando la argumentación del Gobierno de que grava un beneficio extraordinario. "Tenemos una gráfica muy interesante donde se ve la rentabilidad de los bancos desde 2008, quince años donde los bancos españoles han estado por debajo del coste del capital, su rentabilidad era inexistente", agregó.

Al respecto indicó que, según diferentes cálculos, se estima el coste de capital entre el 11 y 12% y "durante 15 años los bancos no han podido llegar al 10% de rentabilidad. Y muchos años, de hecho, ha estado por debajo del 5% y desde luego muy lejos del 11 o el 12%", concluyó criticando que en el primer año que logran conseguir esa meta se penalice con el gravamen.

Con los datos de BBVA, explicó que destina un 50% de sus ingresos a sufragar los gastos de plantilla, proveedores y el coste del crédito (saneamientos y provisiones). Sobre la mitad restante apuntó que "algo más de un tercio va a impuestos", partida que supera en el banco los 3.200 millones, "y es una principales vías de nuestra contribución al bienestar social".

Otro tercio se dirige a remunerar a "nuestros 300.000 accionistas, muchos pequeños ahorradores" y el tercio restante se invierte en "el crecimiento futuro de la economía a través del crédito a nuestros clientes".

Participación en Telefónica

En relación a la posición de BBVA en Telefónica después de la irrupción en el capital del Grupo STC (Saudí Telecom Company), descartó que el banco vaya a reforzar su inversión (controla un 4,8% de la teleco y roza los 970 millones de valor de mercado).

"Es una posición disponible para la venta, como dice la contabilidad. Es una participación financiera y no pretendemos en absoluto ampliarla", apuntó, en alusión a la clasificación en la que el grupo realiza el cómputo de esta inversión desde hace décadas. 

El banquero eludió valorar la entrada en sí del grupo saudí cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha confirmado que está "explorando" la posibilidad de volver al accionariado de Telefónica.

Sin embargo, sí ponderó que "desde el punto de vista financiero está muy bien que haya inversores interesados en una empresa de la importancia de Telefónica porque marca un baremo mínimo para la acción y desde el punto de vista financiero es positivo que haya otros inversores interesados".