Cepyme Aragón pide acabar con el RETA para poner punto y final a la discriminación de los autónomos
- La organización empresarial señala que, si los autónomos cotizaran en el Régimen General, todo el mundo tendría derecho a paro o ERTE.
- Cuestiona la viabilidad del sistema, ya que en 2018 la Seguridad Social destinó algo más de 19.200 millones de euros en pensiones de autónomos, pero apenas ingresó 11.800 millones por cotizaciones
Eva Sereno
Zaragoza,
La organización aboga por la supresión del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos para acabar con la discriminación de los autónomos, que viven una situación de desigualdad en comparación con un trabajador por cuenta ajena. Una diferencia que se ha puesto todavía más de manifiesto con la crisis sanitaria, que ha sacado a la luz la desprotección del colectivo de autónomos que, con una actividad laboral igual a la de un trabajador, no tienen acceso a las mismas prestaciones sociales y laborales por la obligación de cotizar a la Seguridad Social en un régimen diferente al general.
Una de las principales diferencias con el Régimen General -al que se acogen los trabajadores por cuenta ajena-, es que en el RETA es el propio autónomo el que elige la base por la que cotiza, mientras que en el Régimen General la base es ajustada al nivel de ingresos del trabajador.
Esta situación, entre otros factores, hace que los autónomos, en su mayoría, se decanten por la base minimiza de cotización (es el caso del 86% de los autónomos y solo el 14% cotiza por encima de la base mínima), lo que conlleva que las futuras prestaciones sean mucho más bajas que en el Régimen General.
Una diferencia que sobre todo, se nota en relación a la pensión por jubilación (la media es de 1.306,48 euros en el trabajador y 775,87 euros en el autónomo), así como en el cese de actividad o desempleo, según se recoge en el informe. "El desempeño de actividades laborales similares debe conllevar cotizaciones, derechos y obligaciones similares", indican desde la organización.
Cepyme Aragón también propone acabar con la discusión de la figura del autónomo, los falsos autónomos y la diferenciación entre profesional y societario. En la actualidad, el 64,5% de los autónomos son societarios, estando obligados por la ley obliga a cotizar en el RETA por su condición de administradores y socios mayoritarios, en la mayoría de los casos de sociedades familiares.
La organización señala que el concepto de autónomo parece que sea una tipología especial de empresario, equidistante entre el concepto tradicional de empresario y el de trabajador, aunque su labor diaria es la misma que cualquiera de sus trabajadores o mayor.
En esta línea, también incide en la necesidad de clarificar la actividad de empresario y trabajador y encuadrar al autónomo "donde le corresponde", es decir, "en el régimen general de la Seguridad Social como cualquier trabajador, que lo es, y en el de responsable empresarial, que también lo es, separando la actividad laboral de la propiedad de la empresa".
El agravio comparativo igualmente se produce en la formación, puesto que la aportación que realiza el trabajador por cuenta propia para la formación continúa y reciclaje profesional no le da acceso a la formación bonificada. De este modo, solo los trabajadores que cotizan en el Régimen General pueden realizar estos cursos.
Y, aunque está contemplada la puesta en marcha de una normativa que regule el acceso a la formación por parte del autónomo, no se ha establecido todavía ninguna normativa, a pesar de la importancia de estar actualizado en un mundo cambiante.
El documento elaborado por Cepyme Aragón sobre la supresión de RETA recoge otros motivos adicionales para su eliminación. La organización cuestiona la viabilidad de este sistema. De acuerdo con los datos de 2018, la Seguridad Social destinó algo más de 19.200 millones de euros en pensiones de autónomos, pero ingreso alrededor de 11.800 millones de euros por cotizaciones.
Unas cifras con las que se arroja un déficit de algo más de 7.400 millones de euros, que es casi el 40% del déficit global, con apenas el 15% de los cotizantes. Además, en el ámbito europeo, no existe la figura del autónomo, siendo otra razón más para acabar con las desigualdades.