Aragón

Caja Rural de Teruel cumple 100 años apostando por mantener la banca de proximidad

    David Gutiérrez Diez, director general de Caja Rural de Teruel, y José Cuevas Moreno, presidente de Caja Rural de Teruel

    Eva Sereno
    Zaragoza,

    La entidad celebra su centenario manteniendo viva la esencia de su creación y apostando por seguir apoyando las iniciativas y proyectos de los diferentes sectores de actividad y económicos de Teruel para favorecer el desarrollo de la provincia. Son las líneas de acción en las que va a continuar trabajando, además de apostar por la banca de proximidad dentro de un año 2020 que se prevé complicado para el sector financiero en general.

    "Ya han pasado 100 cien años. Da un poco de vértigo, pero estamos muy contentos de hasta donde hemos llegado, salvando todos los proyectos a pesar de las dificultades y con la esencia aún viva" desde que Caja Rural de Teruel se crease en 1920 "cuando unos cuantos agricultores y ganaderos decidieron unirse para realizar compras en común y medios de producción para intentar tener mejores precios y autofinanciarse", según ha explicado José Cuevas Moreno, presidente de Caja Rural de Teruel, a elEconomista.es

    Fue, en concreto, el 4 de febrero de 1920 cuando la Federación Turolense de Sindicatos Agrícolas y Católicos (FTSAC) se inscribió en el registro del Gobierno Civil para prestar servicios agrarios. Un ámbito de actuación que se sigue manteniendo hoy en día, aunque la propia inercia de la actividad de la caja rural ha llevado en todos estos años a no solo realizar estas prestaciones de servicios en Teruel capital, sino en otras poblaciones y en otras áreas de actividad.

    "En los años 70 se inició la apertura de oficinas en todos los pueblos, produciéndose la vinculación con el territorio y las personas, que se mantiene hoy. La inercia nos ha llevado a tener una entidad financiera consolidada y a presentarnos en todos los ámbitos", incluyendo los sociales, culturales, actividades deportivas... "Apoyamos todo tipo de iniciativas sin dejar a un lado el sector agrario, pero nos hemos introducido en otros a partir de aquí".

    En estos 100 años, Caja Rural de Teruel ha apoyado a empresas, pymes, autónomos y consumidores... respondiendo a sus necesidades. "Tenemos muchos productos. Estamos en la Asociación Nacional de Cajas Rurales y contamos con el apoyo del Banco Cooperativo Español, además de RGA en seguros... No estamos solos y aprovechamos todos los recursos del grupo y las sinergias que nos ofrecen para dar todos los servicios y las soluciones más adecuadas en cada momento".

    "Creemos que las cosas se han hecho bien por la posición que hemos conseguido. El objetivo es continuar en esa línea, apoyando las iniciativas que surjan en la provincia y apoyando su desarrollo". De hecho, son líneas de trabajo que se van a continuar  "adaptándonos a las nuevas realidades", pero "queremos mantener la banca de proximidad y la confianza de los socios y clientes".

    Caja Rural de Teruel ha mantenido el número de oficinas abiertas "a pesar de la crisis, los problemas que han podido surgir y todas las normas regulatorias. También hemos mantenido el empleo".

    Ahora, la caja rural, como el resto del sector financiero tiene ante sí el reto de "las nuevas tecnologías. Hay grupos de población de personas más mayores que les cuesta más y, aunque la línea va hacia las nuevas tecnologías y la banca online, no podemos dejar de lado a esta población que le gusta ir con su libreta a las oficinas". Un servicio para el que la entidad va a poner en valor el equipo humano que "está trabajando muy bien. Ahí, tenemos un recurso para dar esa calidad y ese servicio de banca de proximidad".

    "Como entidad financiera, se busca captar recursos y apoyar con financiación los proyectos. Es un negocio y tiene que ser rentable. Pero, con esfuerzo, y como hemos venido haciendo hasta ahora, se podrá conseguir" mantener la banca de proximidad. De las 80 oficinas "algunas no abren todos los días o todo el día. Lo vamos a reorganizar porque no podemos tener todas las oficinas abiertas todos los días. No es cuestión de rentabilidad; es que tampoco es necesario, pero vamos a seguir estando presentes y no dejaremos esa política que queremos mantener".

    Los planes de futuro de la entidad pasan por mantener esa apuesta por el territorio, no contemplándose planes de expansión a otras zonas más allá de las que ya están presentes como Teruel, Zaragoza y las localidades aragonesas de La Almunia y Cariñena, aparte de Gandesa (Tarragona), y en la capital Castellón. Una apertura de oficinas que comenzó en el año 2010, pero ahora, aunque no se descarta, "la intención no es crecer y expandirse más. Tenemos nuestro territorio originario. No queremos olvidar nuestra base que es para y por Teruel. Tenemos nuestra prioridad en nuestro origen. Teruel necesita apoyo, confianza y vamos a estar ahí".

    Caja Rural de Teruel está a punto de cerrar el ejercicio de 2019 en el que espera obtener beneficios "como todos los años", además de haber mantenido el número de clientes. "Tenemos lista de espera para la compra de capital. Esto es indicio de confianza".

    Un primer balance de ese ejercicio de 2019 que ha sido un año "convulso" para el sector financiero, al igual que se prevé que también lo sea 2020 por las regulaciones estrictas. Pero "estamos satisfechos porque se han cumplido los objetivos y cerraremos el año de forma satisfactoria, que era nuestro objetivo".

    Celebración

    Con motivo del centenario, Caja Rurla de Teruel ha presentado el logotipo creado para conmemorar este aniversario en el que se emplea la espiga como elemento clave. Un logotipo con el que se hace un guiño al que utilizaba anteriormente Caja Rural.

    La presentación de este logotipo es el inicio del calendario de actividades que se van a llevar a cabo a lo largo de todo el año en la provincia para esta celebración.