Andalucía

La lucha sigue en el Puerto de Málaga



    Lo habíamos anunciado en esta misma tribuna hace 15 días. El órdago del delegado sindical de UGT, Juan Antonio Triviño, al presidente del Puerto de Málaga, Paulino Plata, para que readmitiera a tres trabajadores despedidos, no iba a surtir efecto. Así ha sido y lo lamento. Por otra parte, me congratulo de que haya personas hechas de una pasta especial. Este sindicalista sin duda es una de ellas.

    Nos remitimos a los hechos. El pasado fin de semana, el dirigente ugetista puso fin a la huelga de hambre que mantenía desde hacía 18 días en el recinto portuario. Visiblemente emocionado, sus primeras palabras tras recibir atención médica en el Hospital Regional Universitario fueron: "El conflicto sigue más vivo que nunca. La lucha sigue". Ha perdido 10 kilos, está agotado física y mentalmente, pero mantiene la misma energía que hace 200 días cuando comenzó el conflicto laboral. A la exconcejala de IU en el Ayuntamiento malagueño, Cristina Ruiz Cortina, no le extrañaría nada verlo en otra situación de alto riesgo porque es muy tozudo.

    Plata se niega a constituir la Comisión de Transparencia. El veterano socialista ya dejó claro que no iba a ceder a las presiones de UGT y que no se saltaría la ley. Veremos qué pasa el próximo 19 de diciembre en el consejo de administración. El sindicato cree, como ya hemos explicado en otras ocasiones, que utiliza este conflicto como coartada para desviar la atención sobre la corrupción. Para UGT, los tres contratos de personal que se interrumpieron estaban acordados, autorizados y dotados económicamente por el Ministerio de Hacienda.

    Este conflicto ha puesto al Puerto de Málaga y a sus gestores en el mapa de la corrupción en Andalucía, también por la investigación sobre unas obras realizadas hace unos años. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, el delegado del Gobierno, José Luis Ruiz Espejo, igual que el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, deben involucrarse y no mirar para otro lado. Hoy Triviño puede contarlo, pero su acción pudo acabar en tragedia. Pongamos fin de una vez por todas a este conflicto.