La reacción alcista del miércoles tuvo continuidad ayer en Wall Street con nuevas subidas. La gran novedad fue que por fin el Nasdaq se sumó al movimiento; y no sólo eso, sino que lo lideró claramente, en un intento por recuperar el terreno perdido.
Al cierre, su subida se redujo al 0,49%, aunque el selectivo Nasdaq 100 logró anotarse el 0,88%. El Dow Jones marcó su segundo máximo de seis años consecutivo -esta vez también en el intradía- al subir el 0,25%, y el S&P 500 se anotó el 0,33%.
El detonante de este rally fue la comparecencia del presidente de la Fed, Ben Bernanke, ante el Congreso de EEUU. Allí anunció una solución salomónica al dilema entre seguir subiendo los tipos como parece requerir la economía a la luz de los últimos datos, o dejar de hacerlo por miedo a pasarse de frenada. Esta solución consiste en una pausa en el ciclo al llegar al 5%, para tener tiempo para tomar la decisión final en función de la evolución de los datos en los próximos meses.
Esta resolución no sólo fue aplaudida por las bolsas, sino también por la deuda: los precios se recuperaron de su reciente caída a mínimos desde mayo de 2002, con lo que la rentabilidad -que se mueve a la inversa- bajó al 5,08% en EEUU. El dólar acentuó su caída hasta mínimos de ocho meses frente al euro, que superó los 1,25 dólares.
El día también trajo otra noticia importante: la primera subida de tipos en China desde 2004. Este movimiento apunta a una revaluación del yuan, pero el principal impacto se sintió en las materias primas, donde cundió el temor a una caída de la ingente demanda del gigante asiático. El oro bajó 5,7 dólares hasta 636,3 tras su reciente remontada. Y el petróleo, que ya venía tocado por la decisión de Bush de no acumular más reservas, agravó su caída hasta 70,97 dólares.
La subida del Nasdaq tuvo como protagonista a Intel, que se anotó el 3,1% tras anunciar un plan para reestructurar la compañía después de los malos resultados y la pérdida de cuota de mercado en los últimos trimestres. Por el contrario, Exxon, la mayor empresa del mundo, se quedó por debajo de las previsiones pese a que su beneficio trimestral fue alucinante: 89.000 millones de dólares. El valor bajó el 1,1%. El sector farmacéutico fue de los más alcistas del día por los buenos resultados de GlaxoSmithKline, Bristol-Myers y Bayer. Esta alegría se trasladó a la biotecnología con Celgene.
Disney subió con fuerza ante las informaciones de un acercamiento a la CBS para comprarle Univisión. Tras el cierre, Microsoft publicó unos resultados en línea con lo esperado, pero decepcionó con sus previsiones. El valor llegó a caer el 1,5% en el after hours.