Obama tuvo que ver con la caída de ayer lo mismo que con las subidas previas: nada o casi nada. La sobrecompra y el bajo volumen debían pasar factura incluso pensando en un suelo.
Situación de corto plazo:
El recuento de onda que hemos mantenido durante el descenso no se ha visto alterado. Durante la última parte de la caída manejamos la idea de que con o sin nuevos mínimos decrecientes, que sólo los hubo en el Nasdaq, debíamos ver un rebote alcista en forma de subonda C para completar un movimiento lateral en la línea de los harami semanales desplegados tras el desplome e principios de octubre. Y a la luz del recuento intradiario que les adjuntamos sobre el Nasdaq, es lo que podríamos tener exactamente.
¿Podemos marcar nuevos mínimos? Si el recuento es bueno deberíamos marcarlos aunque tampoco esta vez serán sostenibles; por lo que en tal caso podríamos estar ante una excepcional oportunidad para buscar un rebote; especialmente si se mantiene el nivel bajo de volumen durante la recaída. Un rebote que podría ser más duradero en tiempo, y puede que en espacio, que el visto en los últimos días - que por otro lado fue una auténtica chapuza en su origen aunque lo hiciera perfecto en el fondo -.
La vela negra de ayer, donde tampoco destacó por el volumen, llega como reacción típica a un alza en 5 subondas, por sobrecompra, y nada tiene que ver con el electo Presidente norteamericano, un hombre negro que llega en un momento oscuro y que esperamos forme parte de ese resurgir del mercado que esperamos a partir de la zona de mínimos de 2002 del S&P 500.
Si el recuento de onda que adjuntamos no está cronometrando bien al mercado no se verán nuevos mínimos a corto plazo sino un alza desde los 1238/1267 del Nasdaq 100 para que se construya un posible patrón alcista que podría llegar a cuestionar la tendencia bajista de los últimos meses - cosa que de momento no ha conseguido el rebote en curso con toda su violencia - de conseguirse con el volumen adecuado. Si es correcto, tras la recaída vendrá un rebote, y tras éste un último descenso que nos llevaría a los mínimos de 2.002 en el S&P 500 para formar una gran plana que culminaría con un proceso lateral/bajista iniciado en 2000.
Es ahí, en los mínimos de 2002, donde toda la esperanza que trae un espíritu fresco como el de Barak Obama podría acabar cristalizando en algo positivo para el mercado, que podría poner fin - de un modo bastante fiable en términos de teoría de onda - a la dura tendencia bajista que mantiene desde sus máximos históricos desde hace muchos meses. Cualquiera debería soñar con esa plana, hoy por hoy sólo nuestro mejor deseo, pues abriría ante los inversores un gran futuro a medio/largo plazo. Pero de todo eso ya les hablaremos en su momento si se da el caso porque ahora mismo es bolsa ficción...
Situación tendencial:
Los rebotes, por importantes que puedan ser, deben considerarse reacciones alcistas a una tendencia que debería ser capaz de llevar al mercado a los 770 puntos del Standard & Poor's 500 antes de un suelo sostenible de mercado a medio plazo.