Hoy resulta especialmente destacable el hecho de que la presión compradora, que hacía acto de presencia en las primeras horas de negocio, ha desfallecido a las primeras de cambio.
Es cuestión de sentido común, si después del varapalo que hemos sufrido a lo largo de las últimas sesiones el mercado es incapaz de rebotar con mayor fuerza, está claro que el rebote es altamente vulnerable. El día que haya un rebote que vaya en serio no duden que lo más probable es que lo haga después de una apertura con un amplio hueco alcista y un día previo de marcado carácter bajista. Si esto ocurre entonces sí tendríamos evidencias técnicas más fiables de que una eventual reacción alcista puede durar más allá de tres horas. El problema para aquellos que quieran buscar aprovechar ese rebote es que entonces las referencias de stop estarían vinculadas a que ese hueco se mantuviera abierto y eso significa que muy probablemente sólo puedan entrar aquellos que sean capaces de asumir unos stop realmente importantes y les de igual que las ecuaciones rentabilidad riesgo estén totalmente descompensadas, sin olvidar de que operarían en contra de la tendencia principal, claramente bajista.
De momento, insistimos, no detectamos que los alcistas den señales de vida y si atendemos a lo que nos marcan diversos índices sectoriales, como el de utilities o el mismo bancario - ver análisis del sector de hoy en Ecotrader -, todavía podría restarle bastante recorrido a las caídas antes de asistir a un rebote más o menos duradero ya sea en extensión o duración.