Situación de corto plazo:
El viernes no dábamos demasiado crédito a la recuperación de última hora del Dow Jones Industrial sobre la zona 0,618/0,66 pese a poder haberse desplegado un martillo en la base de una bandera, como sucediera en agosto. Las diferencias con aquel momento son importantes: ni tenemos el pesimismo extremo de aquel momento, ni una bandera se desarrolla en un lateral, ni acaban de producirse importantes señalas de venta (con objetivo mínimo aún por desarrollarse) en el Dow Jones Transportes tras una larga divergencia bajista.
La potentísima estrella del anochecer bajista desplegada en el techo del canal alcista de medio plazo en el Nasdaq (para sumarse al ya famoso doble suicidio de amantes del que hemos hablado repetidamente), y que estaba ya cantada con o sin recaída adicional, con o sin rebote milagroso, era por supuesto un elemento para considerar al martillo dejado en zona de soporte por parte del Dow Jones Industrial como simple reacción por sobreventa a muy corto plazo. El cierre del viernes dejó bien claro que los bajistas siguen al mando.
En el terreno de las correlaciones, hay que señalar que la presión que vive el dólar/yen quedó de manifiesto el viernes, y además podría acentuarse si cae el soporte de los 110. Ojo a las divisas, que se asientan como el mejor termómetro para valorar los acontecimientos de la renta variable en los últimos meses. Fue el dólar/yen de lo poco que advirtió de un techo en los máximos de 2000 en julio, y de lo que más lo ha sugerido en las últimas semanas que los bajistas retomaban el control al fallar por segunda vez en los máximos de 2000 el S&P 500. La inercia bajista del dólar frente a la divisa nipona era y sigue siendo un elemento que sesga a la baja al mercado de valores. Y lo cierto es que el dólar está en condiciones de seguir cayendo a plomo, con lo que hay que empezar a pensar en que pasaría si el S&P 500 no sólo cayese hacia mínimos de agosto (algo que aquí ya hace muchos días que dimos por hecho) sino en el caso de que llegue a perforarlos para desplegar un doble techo en su zona de máximos de 2.000. Mucha también con lo que está pasando con la renta fija, pues si el S&P 500 anuncia posibles pautas de tendencia a bajista a medio/largo plazo, los bonos hacen lo propio al alza. Si se dan señales conjuntas, serán de gran relevancia.
Sin duda, en su momento, el sentimiento será muy importante para considerar un suelo por tercera vez en los mínimos anuales en el S&P 500, la más importante referencia que pueda buscarse en este momento en la renta variable occidental. Nosotros, temiendo posible la perforación de este nivel de soporte clave a medio/largo plazo, no tuvimos ninguna duda a la hora de cambiar radicalmente la visión del mercado al fallar el índice en máximos anuales de nuevo.
Situación tendencial:
En reacción bajista nuevamente, lo que confirma un lateral de corto/medio plazo aunque la tendencia de medio y largo plazo mantiene la calificación de alcista (toda vez que los máximos y mínimos relativos tanto en base diario, como semanal o mensual siguen siendo ascendentes). Mientras se mantengan los mínimos de marzo del S&P 500, que se mostraron en verano como la zona clave a la hora de dar credibilidad definitiva al a una situación bajista en tendencia, la tendencia de fondo es alcista aunque aún no pueda hablarse se subida libre.