Los grandes resultados de Intel y Yahoo, conocidos tras el cierre del martes, y la eufórica reacción de estos valores en el 'after hours' hacían prever una recuperación de Wall Street después de dos días de caídas. Y así fue a primera hora, pero los ánimos se empezaron a enfriar rápidamente.
Primero, la constante subida del petróleo, que está pasando ya de algo anecdótico a ser verdaderamente preocupante para el futuro de la economía. El récord de ayer fue de 89 dólares, aunque al cierre corrigió hasta 87,12. La puntilla vino del Libro Beige de la Fed, una encuesta sobre la actividad económica a la que Bernanke concede mucha importancia y que mostró un claro debilitamiento de la economía.
No obstante, la recaída final tampoco fue apreciable: el Dow Jones cedió el 0,15% y el S&P 500 logró mantener una subida del 0,18%. Y el Nasdaq sí recogió todo el impacto de Intel (que subió el 4,9%) y Yahoo (+con un tirón del 1,04%).
Los resultados más importantes de ayer fueron los de JP Morgan, que sufrieron una importante caída por la crisis de crédito (el banco estima su impacto en 1.500 millones), pero que no fueron tan malos como se esperaba; el valor subió el 2,8%. Coca Cola también dio unas cuentas positivas y subió el 2,3%.
El dato más esperado de la semana, el IPC de septiembre, no dio argumentos ni a alcistas ni a bajistas. El dato salió como se esperaba: un 0,3% en tasa global y un 0,2% en subyacente. Abundando en el mensaje negativo del Libro Beige, el inicio de viviendas cayó un 10,2%, más de lo esperado.
En otros mercados, los bonos prolongaron su subida en precio ante unas cifras que abogan por mayores bajadas de tipos, y su rentabilidad cayó al 4,55%. El dólar también descontó este escenario con caídas que llevaron al euro hasta 1,4189.