Contra viento y marea, con muchísimo trabajo y a pesar de las enormes incertidumbres que rodean el mercado, los alcistas siguen insistiendo y poco a poco van dando forma a la recuperación. Fuerte rebote el martes, pausa el miércoles y nuevo acelerón anoche.
El Dow Jones cerró con una subida del 1% y ya está por encima de 13.400 puntos. El S&P 500 se anotó el 0,84% y el Nasdaq abandonó por un día su papel de líder del mercado y sólo subió el 0,35%.
Es cierto que les queda mucho por recuperar a los índices tras la crisis de agosto y principios de septiembre. Pero también lo es que ya no baja inmediatamente después de cualquier rebote, lo que puede ser una señal de que la tranquilidad ha vuelto al mercado. Al menos, hasta la reunión de la Fed del próximo martes, la verdadera prueba de fuego para el futuro de la crisis de crédito y su reflejo en Wall Street.
Precisamente, las expectativas cada vez más generalizadas de que Bernanke baje los tipos medio punto es lo que está animando al mercado estos días. Además, ayer la Fed publicó un informe que muestra que la caída del mercado de papel comercial se está frenando, algo que impulsó a los bancos en bolsa.
También ayudan las noticias corporativas, que son bastante positivas y que vuelven a ocupar el lugar en la mente de los inversores que perdieron en agosto. Ayer, McDonald’s volvió a ser protagonista: si el martes fueron sus ventas, ayer fue una mejora del dividendo, que disparó al valor un 6%.
La euforia se desató en General Motors (+10,2%) gracias a las buenas recomendaciones que ha provocado la mejora de sus ventas y el recorte de costes. Hasta la atribulada Countrywide, firma hipotecaria atrapada en la crisis 'subprime', se anotó el 13,9% tras lograr financiación suficiente para evitar la quiebra. La oveja negra fue Alcatel Lucent, que pagó su 'profit warning' con un batacazo del 8,8%.
Fuera de la bolsa, el dólar recuperó desde los mínimos históricos contra el euro de la víspera, hasta cerrar en 1,3892 unidades por euro. Los bonos volvieron a caer en precio a pesar de las expectativas de bajada de tipos, y su rentabilidad subió al 4,49%. El otro gran protagonista de los últimos días, el petróleo, también se relajó, aunque muy ligeramente: cayó un centavo hasta 79,90 dólares.