Tras la jornada de ayer, de ruptura bajista en el mercado norteamericano, parecía poco probable una recuperación; pero choca ver de nuevo a Europa liderar la corrección.
Nuestra debilidad es incuestionable y no es posible justificar técnicamente otra cosa que no sea un rebote hacia el entorno de las subondas 3-4 tal y como las recontamos en el gráfico adjunto, y siempre como paso previo para buscar un apoyo en la zona de los 2.600 puntos; único nivel con entidad suficiente como para parar la sangría.
El problema de todo esto es que hemos corrido tanto sin la compañía del mercado norteamericano, y parece éste tan necesitado de corregir el rally que empezó en la primera parte de febrero -tal y como les contamos hoy en Blogságora-, que la pregunta legítima que surge es la de dónde encontrará Europa argumentos como para sostenerse en caso de que los bajistas presionen con la intensidad con la que podrían hacerlo en Wall Street sin que se llegue a cuestionar en lo más mínimos la tendencia de fondo en el principal mercado del mundo tal y como sí haría el Eurostoxx 50 de perder la zona de los 2.500/2.600 puntos. Una zona, que al final está ahí al lado...