En el ecuador de la sesión nos encontramos ante una jornada en la que los principales índices europeos vuelven a sufrir el acoso de las ventas y en la que lo más destacable ha sido ver como el Eurostoxx 50 ha llegado a estar a solamente un 2% de los mínimos de febrero y actuales mínimos anuales.
Esos mínimos a la altura de los 2.617 puntos es muy probable que sean probados en próximas sesiones, si bien antes no descartamos que pueda formarse cierta fase lateral o lateral alcista que sirva para aliviar la sobreventa existente y permita que se forme una nueva cresta decreciente dentro de la tendencia bajista de las últimas semanas.
Por tanto, eventuales rebotes de corto plazo tienen visos de ser vulnerables y previos a mayores caídas. El foco de atención a corto plazo será ver si en Wall Street prosiguen las ventas que ayer provocaron la pérdida de soportes clave. Si ahí tienen continuidad Europa podría seguir sufriendo y un rebote hacerse de rogar.