Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, y tiene miga que lo haya hecho una semana después de que el Ibex 35 confirmase una teórica salida alcista.
Cuando el análisis técnico falla -circunstancia que está por verse- en la consecución de objetivos mínimos suele hacerlo por algo, y en este caso la cosa pasa porque Europa se lo ha tomado con mucha calma y España con demasiada.
Mientras en Estados Unidos se ha vivido un rally que ha llevado notablemente por encima de los máximos previos al mercado, nuestros principales índices han sufrido para acercarse a los máximos. El mercado, eficiente a su manera, refleja con ello la fe que tiene el mundo en Estados Unidos, que Europa está cuestionada, y que España ha dejado de ser la niña de sus ojos para ser un activo a infraponderar. Técnicamente, y como puede verse en el gráfico, tenemos la primera señal de alerta desde las advertencias alcistas de principios de febrero.