Nueva jornada de transición para Europa, incapaz de canalizar suficientemente una jornada como la que se viviera el día antes en Wall Street.
Mientras los grandes índices norteamericanos atacan resistencias crecientes por encima de los altos de 2008, en Europa la suerte va por barrios con el Eurostoxx aún bajo ellos debido a la influencia de plazas periféricas como España e Italia. Por encima de los 2.900 puntos aún parece caber un nuevo intento de ruptura. Perdiéndose ese nivel pueden llegar las complicaciones sin que se haya marcado una nueva cresta creciente como ha sucedido al otro lado del charco.