Durante la sesión hemos analizado el estado de las cosas en Europa al calor de la reacción del mercado a la rebaja de rating de Portugal por parte de Fitch, matizando que era necesario que algo cambiase al cierre para liquidar parte de las malas vibraciones.
Y así ha sido, como no, gracias a los vientos del otro lado del charco tras conocerse el dato de bienes duraderos en Estados Unidos.
Como puede verse en el gráfico adjunto el PSI no ha cerrado marcando mínimos decrecientes, y el DAX30, como la mayoría de la renta variable europea, ha cerrado bien lejos de los mínimos para despliegue de una vela consolidativa que aún nos mantiene en la esperanza de acabar consiguiendo seguir la estela de Wall Street.