En el ecuador de la sesión se observa como la presión vendedora vuelve a hacer acto de presencia tras unas primeras horas de negocio en las que se llegaron a imponer los alcistas en lo que fue un simple espejismo.
Lo visto esta semana es de todo menos algo positivo para los alcistas. Después de unos días en los que la presión compradora fue capaz de mantener la inercia de las subidas de las dos semanas previas, desfalleció cuando llegó la hora de confirmar ese buen tono al cierre de la semana. A este cierre nos hemos referido en multitud de ocasiones estos últimos días, haciendo hincapié a la necesidad de no echar las campanas al vuelo hasta que realmente tuviéramos una confirmación de la ruptura de resistencias en ambos lados del Atlántico. En este sentido, ni el IBEX 35 tiene visos de que va a ser capaz de romper los 12.000 enteros ni el Nasdaq 100 de lograr lo propio con resistencias análogas de 1.780 puntos.
Salvo milagro de aquí al cierre todo apunta a que la vela semanal será potencialmente bajista y nos estará advirtiendo de que en próximas fechas las caídas podrían seguir imponiéndose.