Cómodo movimiento para la renta variable española, que recuperó parte del terreno perdido frente a sus homónimos europeos en las últimas jornadas para instalarse claramente por encima de la primera zona de resistencia. Los precios mantienen por tanto una indudable inercia alcista que, más allá de lo que pueda acontecer a muy corto plazo, debe permitir al índice seguir ganando altura en dirección a los máximos anuales.