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Cómo recuperar la rutina de sueño de tu bebé después del jet lag o descompensación horaria

El jetlack en bebés. Foto: Canva.

Víctor Ruiz

Viajar es una experiencia increíble para toda la familia, incluido aquí los más pequeños. Sin embargo, pasar a una franja horaria distinta tiene una consecuencia algo desagradable: el jet lag o la descompensación horaria. Nadie está libre de esta descompensación que altera el sueño, el apetito o produce dolores de cabeza. Y el caso de los bebés no es muy diferente muy diferente.

A considerar

El jet lag puede ser algo tan irritante que en algunas ocasiones arruina los primeros días de vacaciones. Lidiar con este cambio en el cuerpo no es sencillo, pero es realmente complicado cuando también tienes a un pequeño del que hacerte cargo.

Las últimas investigaciones demuestran que si bien las rutinas de sueño de los bebés tienen un cierto componente esporádico, pueden verse afectados al igual que los adultos por el cambio en la zona horaria.

Efectos del jet lag en bebés

  • Alteraciones del sueño. Aquí destaca la dificultad para conciliar el sueño y despertarse durante la noche varias veces o dormir siestas más largas o más cortas de lo normal. Estos cambios en el ciclo del sueño pueden durar varios días.
  • Irritabilidad y llanto. Este efecto es muy similar al de los adultos. El cansancio desincroniza su ritmo normal y el bebé puede estar más irritable. Es menos tolerante tanto a los estímulos como a los ruidos y cambios.
  • El apetito. No está acostumbrado al nuevo ritmo y esto hará que rechace comida o le entre hambre a horas poco frecuentes.
  • Tránsito intestinal. Su rutina afecta directamente a su digestión generando un ligero estreñimiento.

Por todo ello si tienes que viajar con tu pequeño hay algunas recomendaciones que pueden minimizar sus síntomas.

Soluciones

El mejor método de actuación es prever la situación. En el caso de que solo haya unas pocas horas de diferencia se puede tratar de ajustar el horario antes del viaje. Considera cambiar la rutina en tramos de una hora, cada día de la semana previa de tu partida hasta que se adapte al nuevo horario.

Puede parecer que esto es mucho trabajo, pero merece la pena si vas a pasar un tiempo en tu viaje.

Otro de los puntos importantes es estar atento a la luz y la oscuridad: mantener el entorno oscuro cuando vaya a dormir y bien iluminado cuando no. Esto es bastante simple, pero ayuda al pequeño a regular su reloj biológico y saber cuándo dormir o cuándo no.

Al llegar al destino, si el bebé se despierta en mitad de la noche para jugar no lo haga. Es importante que no trate la noche como el día y que mantenga al crío en la cama y a oscuras. Durante el día trate que esté despierto aunque parezca cansado.

La pérdida de apetito puede ser algo alarmante. Es por ello que lo mejor es llevar sus alimentos favoritos e intentar darle de comer en pequeñas cantidades con cierta frecuencia. Hay que equilibrar las comidas para que durante el día se sientan saciados, pero no empachados.