Actualidad

Una televisión alemana muestra "el lado oscuro del turismo" de Mallorca: "No nos alquilan, porque tenemos un contrato indefinido temporal"

Protestas contra el turismo en Mallorca | EFE

Daniel Ceped

El turismo de masas está comenzando a ser un problema en varios puntos de España. La subida de precios, el aumento en el coste de la vivienda, el deterioro del medioambiente y una larga lista de problemas son cada vez más evidentes en lugares como Barcelona, Canarias o Baleares. Como consecuencia, ha aumentado el número de vecinos y organizaciones que protestan contra el turismo, algo que ha llamado la atención en otros países.

Sin ir más lejos, la cadena alemana Deutsche Welle (DW), ha emitido un documental titulado El lado oscuro del turismo: la crisis inmobiliaria en Mallorca, en el que muestra la dura realidad de varios habitantes de la isla que están viviendo en pésimas condiciones ante la imposibilidad de encontrar una casa.

Madre e hijo viviendo en 4 m²

El documental comienza contando la historia de Begoña, una mujer de 60 años que vive con su hijo Héctor en una caravana de 4 m² por la que pagan 200 euros al mes. "Yo estuve cerca de seis meses viviendo en mi coche", explica Begoña, que perdió su vivienda tras separarse del padre de Héctor.

Ella trabaja como controladora de la ORA en el Puerto de Andratx, uno de los lugares más lujosos de la isla. Mientras tanto, Héctor es camarero en un asador del centro de Palma, y asegura que entre los dos ganan 2.500 euros o más al mes. Aún así, no encuentran un lugar mejor en el que vivir: "Muchos te piden medio año por adelantado", comenta Héctor.

Otro de sus problemas es que sus contratos son indefinidos temporales, lo que significa que durante cuatro o cinco meses del año no trabajan. Begoña señala que "no nos alquilan, porque tenemos un contrato indefinido temporal", pero que durante los meses en los que no trabajan ganan dinero dedicándose a otros oficios como la limpieza de casas.

Enfermo por vivir en un sótano

En el documental también se cuenta la historia de Cristopher, un estudiante de medicina que lleva varios años viviendo en un sótano de 10 m² sin ventana exterior por el que paga 600 euros al mes. Junto a él viven más personas en el sótano, y todas las "viviendas" pertenecen a un mismo casero que les cobra un extra por cada ventilador y toma de electricidad. Cristopher aclara que lleva más de dos años buscando piso, pero que no encuentra nada porque "piden 1.000 o 1.200 euros".

Una isla de contrastes

En la otra cara de la moneda, el documental muestra algunas de las casas y residencias más lujosas de una isla que, ante la falta de reacción, está forzando a sus habitantes a abandonarla. Es el caso de otra de las protagonistas, que se ha comprado una casa de campo en Asturias tras verse obligada a vender su vivienda en Mallorca. En esta misma línea, el responsable de una empresa de mudanzas explica que nunca habían tenido tanto trabajo como en estos últimos años.