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El truco definitivo para encender el carbón de la barbacoa y que no se apague: se puede hacer con y sin pastillas de encendido

El truco definitivo para encender las brasas de la barbacoa. / Foto: Alamy.

elEconomista.es

Empieza la temporada de barbacoas, ya sea con amigos o con familia, y siempre queremos que nuestras brasas mantengan se enciendan bien y mantengan el calor, para poder cocinar la comida. Para ello, venden pastillas de encendido, que favorecen este proceso, sin embargo, no siempre tenemos a mano, o no siempre sabemos cómo usarlas, y es importante saber hacer el fuego correctamente.

Para ello lo más importante es la colocación del carbón en sí mismo, ya que determinará que la combustión y el calor que encenderá toda nuestra barbacoa. Así pues, se debe esparcir el carbón por la superficie, y hacer una montaña en el centro (como si fuera un volcán, con estructura cónica pero hueco por dentro).

Para hacer el respectivo orificio de la montaña de carbón, se puede hacer con las manos o con una botella, para hacerlo más sencillo. Después, en el caso de tener pastillas de encendido, introduciremos un par dentro del agujero y otras tantas en los alrededores de la estructura cónica.

Después, encenderemos únicamente la pastilla del centro y esperaremos unos 15 minutos a que combustione sin tocar el carbón. Pasado ese tiempo comenzaremos a mover el carbón (deshaciendo el volcán) para ir esparciendo el calor por toda la superficie y prendiendo las demás pastillas con el propio calor generado.

En el caso de no tener pastillas, la mecánica es muy similar. Dentro de la montañita se puede introducir un papel impregnado con un poco aceite o una piña seca (o cualquier cosa que tengamos a mano que prenda). En los alrededores también podemos colocar más papeles o más piñas, como sucedía en el caso de las pastillas.

Al igual que en el caso anterior, se enciende primero lo que hayamos introducido en orificio de la estructura y esperaremos unos 15 minutos. Después moveremos y desharemos la estructura, esparciendo el calor a las demás piñas y papeles.

Así pues, las claves para un buen fuego se originan en la estructura cónica que hagamos con los carbones, donde se genera la combustión idónea para que las brasas sean duraderas; y la paciencia, dejando esos minutos que el fuego actúe solo, ya que moverlo antes de tiempo puede hacer que se apaguen antes de tiempo.