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Este es el nuevo uso que se le quiere dar a las antiguas cabinas del mítico Teleférico de Madrid


Carmen Delgado

La Asociación de vecinos Manzanares-Casa de Campo quiere dar una segunda vida a las antiguas cabinas del emblemático Teleférico de Madrid. Por ello, llevará al Pleno de Moncloa-Aravaca que se celebra este jueves una proposición para estos históricos habitáculos pasan a formar parte del mobiliario urbano y sean reconvertidos en bibliotecas de intercambio libre o aparcamiento de bicicletas.

Esta propuesta llega aprovechando el proceso de remodelación total del Teleférico, que contará con nuevas cabinas para el transporte de viajeros, por lo que los vecinos plantean que se reutilice alguno de los antiguos vehículos para ornamentar distintos lugares significativos del barrio, integrándolas en parques y zonas verdes como mobiliario urbano, transformándolas en área de juegos, zona de exposiciones temporales, biblioteca de intercambio libre y aparcamiento techado de bicicletas.

El icónico Teleférico de Madrid se encuentra en pleno proceso de remodelación después de que "graves problemas estructurales" obligaran a cerrarlo en junio de 2022. A comienzos de abril de este año, la Empresa Municipal de Transportes (EMT), gestora de la infraestructura, puso en marcha la licitación del proyecto, que cuenta con un plazo de ejecución de 26 meses, lo que supondrá retrasar su estreno más allá de 2027, y un coste de casi 37 millones de euros, más del doble de los 15 millones previstos en un primer momento.

EMT Madrid adjudicará la redacción del proyecto de ejecución visado, así como la ejecución de las obras para reformar el servicio íntegramente, es decir, el sistema y sus elementos y las terminales del paseo del Pintor Rosales y Casa de Campo.

El contrato tiene un valor estimado de 31,9 millones de euros y el presupuesto base de licitación alcanza los 36,8 millones. La primera fase, la redacción del proyecto de ejecución, cuenta con un presupuesto de 690.703 euros y la segunda, la ejecución de la obra, alcanzaría los 29,7 millones, de los cuales casi la mitad iría destinada a la instalación electromecánica.

El proyecto cuenta con un plazo de ejecución del contrato de 26 meses desde su formalización: catorce meses para el proyecto y ejecución de las obras y otros dos meses, tras la finalización de las obras, que contemplan la puesta en marcha, seguimiento y primera revisión anual del fabricante.

Así será la transformación

La renovación total del Teleférico es la solución que ha encontrado el Ayuntamiento para revertir el estado en el que se encuentra la instalación debido al desgaste temporal sufrido desde su apertura en 1969, que ocasionó la suspensión del servicio y su cierre en 2022 tras una inspección de cable con resultado desfavorable.

Será completamente transformado en una infraestructura innovadora, sostenible y accesible. Se reformarán las estaciones de Pintor Rosales y Casa de Campo, se sustituirán todas las cabinas por otras más grandes y se instalará un nuevo sistema tecnológico para convertirlo en un atractivo y moderno activo turístico para la capital.

Nueva cabina del Teleférico de Madrid. Foto: Ayuntamiento de Madrid.

El proyecto contempla la sustitución de todas las cabinas del Teleférico, que serán más grandes que las anteriores y ofrecerán mayor visibilidad al usuario. Los nuevos cubículos tendrán una capacidad de 10 personas -antes era para 6 ocupantes-, salvo en aquellas destinadas a personas con movilidad de reducida, que tendrán capacidad para un total de 8 asientos. De este modo, el renovado Teleférico contará con una capacidad de hasta 1.800 personas por hora.

Asimismo, el cambio de tecnología permitirá dotar la infraestructura de un funcionamiento completamente automático y seguro. Del mismo modo, será un medio de transporte respetuoso con el medio ambiente, ya que utilizará energía limpia como fuente de alimentación y presentará bajas emisiones de ruido, según explica el Ayuntamiento.

Un icono de la capital

El Teleférico de Madrid fue inaugurado en junio de 1969 por el entonces alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro. Con las directrices técnicas de la empresa suiza Von Roll y bajo la supervisión del Ministerio de Obras Públicas, las obras comenzaron a mediados de 1968 y concluyeron en el plazo de un año con una inversión inicial de 100 millones de pesetas.

El Teleférico fue concebido con una longitud de 2.500 metros y dispone de 80 cabinas con capacidad para seis personas. La instalación cuenta con dos estaciones, la terminal motora en el paseo del Pintor Rosales y la terminal tensora en el Cerro Garabitas, situada en la Casa de Campo. El viaje, con una duración de 11 minutos, transcurre a 40 metros del suelo, asegurando así una de las mejores vistas de Madrid.