Máximo secretismo: Tres importantes personas del cónclave deberán abandonar la Capilla Sixtina justo antes de la votación
- Solo los 133 cardenales pueden permanecer en el interior de la sala de votaciones
- Los nombres "prohibidos" para un nuevo Papa: este es el motivo por el que no hay un Pedro II en el Vaticano
- Cónclave para elegir al nuevo Papa hoy, en directo: horario, fumata y señal desde el Vaticano
elEconomista.es
Los 133 cardenales que participan en el cónclave para elegir al nuevo Papa tras la muerte de Francisco se encuentran ya en el Vaticano, en una misa anterior al inicio del cónclave, una reunión que está rodeada de misterio y protocolos curiosos, todo para salvaguardar el proceso secreto por el que los cardenales menores de 80 años eligen al que será el nuevo Pontífice.
Tanto es así que, tras la misa y la procesión por la que los cardenales llegan a la Basílica de San Pedro y, concretamente, a la Capilla Sixtina, donde tienen lugar las reuniones, se procede a una votación secreta, en la que solamente los 133 cardenales podrán permanecer en el interior del edificio sagrado.
Para poner contexto, hay que saber que los cardenales, en el momento de la votación, tendrán en sus manos una tarjeta de forma rectangular, con "el lugar para escribir el nombre del elegido" en la mitad inferior. Está hecha de manera que se pueda doblar en dos.
Estas tarjetas son preparadas y repartidas, al menos dos o tres a cada cardenal elector, por el maestro de ceremonias, que permanecen en la sala hasta el momento justamente anterior de que los cardenales escriban los nombres en la tarjeta, al igual que otras dos figuras importantes, tal y como recogen desde Vatican News.
Todo el mundo abandona la Capilla Sixtina
Todo está minuciosamente descrito en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, tal es así, que la norma marca que tres importantes figuras que están dentro de la Capilla Sixtina deben abandonarla antes del comienzo de la votación. Son las siguientes:
- El Secretario del Colegio Cardenalicio
- El Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias
- Los Maestros de Ceremonias
El último Cardenal Diácono cierre la puerta, abriéndola y cerrándola tantas veces como sea necesario,
Después de que todos ellos hayan abandonado la sala, el protocolo también es muy firme, ya que está designado que el último Cardenal Diácono cierre la puerta, abriéndola y cerrándola tantas veces como sea necesario, cuando los infirmarii salen a recoger los votos de los enfermos y regresan a la Capilla.
Cada cardenal elector, por orden de precedencia, después de haber escrito y doblado su papeleta, sosteniéndola en alto para que sea visible, la lleva al altar, donde se encuentran los escrutadores y sobre el cual está colocado un receptáculo cubierto con un plato para recoger las papeletas.
"Pongo por testigo a Cristo Señor, que me juzgará, de que mi voto es dado a aquel que, según Dios, creo que debe ser elegido", dicen los cardenales en voz alta, uno por uno, antes de introducir su voto en la urna.