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"Hermanos y hermanas, buena Pascua": el último mensaje del Papa Francisco a los fieles de la plaza de San Pedro

Papa Francisco

elEconomista.es

El Papa Francisco ha fallecido este lunes 21 de abril, a los 88 años, en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano, un día después de su última aparición en público coincidiendo con el Domingo de Resurrección en el que se asomó al balcón principal de la basílica de San Pedro para impartir la bendición 'Urbi et Orbi'.

"Hermanos y hermanas, buena Pascua", dijo el Papa a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro desde su silla de ruedas. Francisco se encontraba convaleciente recuperándose de la neumonía que le mantuvo en el hospital Gemelli de Roma durante más de un mes.

El Pontífice había recibido el alta médica el 23 de marzo y desde entonces había aparecido en público en varias ocasiones. Precisamente este domingo también había recibido en un breve encuentro al vicepresidente estadounidense, JD Vance, en su residencia de Santa Marta.

Era el 266 Papa de la Iglesia católica, el tercero más longevo y el 13 de marzo cumplió 12 años como pontífice.

Jorge Mario Bergoglio fue elegido el 13 de marzo de 2013 en un Cónclave marcado por la renuncia de Benedicto XVI. "Parece que mis hermanos cardenales han ido casi al fin del mundo", señaló al ser elegido. Decidió alojarse en la austera Casa Santa Marta y en su primer encuentro con la prensa dijo: "Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres".

Durante estos doce años, Francisco ha centrado su atención en las personas vulnerables y en los últimos meses reforzó su llamamiento por la paz y contra la guerra en Ucrania y en Gaza. En multitud de ocasiones habló de la existencia de una tercera Guerra Mundial por partes.

En su primer año de pontificado, captó la atención de todo el mundo en su viaje a Lampedusa tras la muerte de cientos de migrantes que intentaban llegar en patera, con su grito de "vergüenza".

Otra de sus declaraciones más recordadas fue en el avión de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro. "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad ¿quién soy yo para juzgarla?", planteó.

Entre sus decisiones más recientes destaca las bendiciones a parejas homosexuales, divorciados vueltos a casar y a parejas que conviven sin casarse, que provocó una cascada de críticas entre los más conservadores dentro de la Iglesia y oposición por parte de los obispos africanos. Francisco también permitió que homosexuales y trans sean padrinos de bautizo siempre que no haya "riesgo de escándalo".

Derogó la ley que impedía que los cardenales fueran juzgados por un tribunal ordinario de primera instancia del Vaticano. Además, el proceso contra el cardenal Angelo Becciu, antiguo número 3 de la Santa Sede y condenado a cinco años por malversación, supuso un acelerador con respecto a la reforma económica.

También reformó la ley de contratos públicos de la Santa Sede en aras de la transferencia y contra la corrupción y sometió a las fundaciones vaticanas al control de la Secretaría de Economía con inspecciones periódicas.

Modificó el Código de Derecho Canónico para permitir que las mujeres puedan ejercer el ministerio estable de lector y acólito y dio pasos para dar más poder a las mujeres, con nombramientos como el de la religiosa Simona Brambilla como nueva prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada, o el de Raffaella Petrini primera mujer presidenta de la Gobernación del Vaticano.