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Airbus, Thales y Leonardo sacan la artillería y se preparan para una oleada de fusiones

Planta de Airbus en Alemania. EP

Ángela Poves, Víctor de Elena

La industria europea se prepara para una oleada de fusiones como fórmula para contrarrestar su excesiva dependencia de Estados Unidos, un socio del que ahora desconfía. El recelo generado por Donald Trump ha reactivado los rumores para fusionar las unidades de Espacio y Defensa del gigante europeo Airbus con la francesa Thales, un acuerdo al que se podría sumar la italiana Leonardo. Este proceso de consolidación de la industria aeronáutica europea arrancaría con la integración de sus negocios de satélites con vistas a competir contra el dominio de la estadounidense Starlink, en manos de Elon Musk y que prevé poner en órbita unos 50.000 satélites.

Lo cierto es que la industria europea enfrenta desafíos significativos dada la rápida e incesante evolución tecnológica y la creciente competencia internacional. Y a esto se le suma la actual situación geopolítica, repleta de incertidumbre con el conflicto entre Rusia y Ucrania, y las exigencias del presidente de Estados Unidos Donald Trump de que los países miembros de la OTAN eleven el gasto militar hasta el 5% del PIB. Bajo este contexto, no es de extrañar que los grandes grupos de la industria europea estén planeando nuevas oportunidades de negocio y adquisiciones entre ellos para hacer frente al futuro que pueda derivarse de los actuales conflictos militares, y que apunta inevitablemente al rearme militar del continente europeo.

El plan de España

Mientras las conversaciones prosiguen a nivel comunitario, España avanza ágilmente en su pretensión de crear un 'gigante' en defensa. El Gobierno tiene como objetivo convertir a Indra en el líder de la industria de defensa nacional, para así reducir la dependencia que tiene de Estados Unidos. Con la Sepi al mando, dueña del 28% del capital, la empresa está decidida ahora a protagonizar el proceso de concentración.

El resto de accionistas, entre las que se encuentran Sapa o Escribano, también están aumentando su participación en la cotizada para cumplir la hoja de ruta de Moncloa. En enero de 2024, hace apenas un año, la empresa vasca de defensa Sapa elevó así su posición en Indra hasta el 7,94% convirtiéndose en su tercer mayor accionista. Meses después, el grupo EM&E (Escribano Mechanical & Engineering) se convirtió en el socio industrial de Indra al alcanzar el 14,3% del accionariado de la tecnológica.

En paralelo, los conglomerados defensivos del viejo continente están registrando niveles récords de facturación ante las exigencias gubernamentales. Destacan la alemana Rheinmetall, la británica BAE Systems, la francesa Thales y la sueca Saab, que siguen incrementando su cartera de pedidos y, en consecuencia, han visto cómo su cotización se está disparando en bolsa. Las subidas conjuntas de este lunes estaban ya cerca del 20%, tan solo un día después de que se celebrase una cumbre en Londres que buscaba dar una respuesta unánime para alcanzar la paz en Ucrania.