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Los 'spots' de Superbowl se comentan más que el propio partido
- Cada bloque de 30 segundos de anuncios en la final se cotizó a 8 millones de dólares
- Los 130 millones de espectadores de EEUU comentan más los anuncios que las jugadas
- Lo de menos fue que Philadelphia Eagles apalizara a Kansas City Chiefs
Antonio Lorenzo
Madrid,
Visitar el cuarto de baño durante las interrupciones de la SuperBowl significa perderse un puñado de anuncios de los que se hablará al día siguiente, y no sólo en Estados Unidos. Casi lo de menos fue que Philadelphia Eagles apalizara a Kansas City Chiefs (40-22), que el equipo de Trump se quedara sin ganar tres títulos seguidos o que Taylor Swift recibiera música de viento en el Caesar Superdome de Nueva Orleans (Luisiana) cuando apareció en las pantallas, sorprendida entre las 70.000 personas del público. "La única que tuvo una noche peor que los Kansas City Chiefs fue Taylor Swift", dijo por redes sociales el primer presidente de los EEUU en asistir en directo a la final de la NFL.
El negocio no estaba en Jalen Hurts, quarterback de los Eagles ni en su compañero Saquon Barkley, running back, que logró sumar más yardas terrestres en una temporada que ningún otro jugador de fútbol americano. Todo eso fue lo de menos en un acontecimiento donde el espectáculo más trascendente siempre está en los spots que salpican la retransmisión de la Fox, ante 130 millones de telespectadores estadounidenses. Es el día más grande de la industria publicitaria de los EEUU, con precios de entre 7 y 8 millones de dólares por cada 30 segundos. Por primera vez, la inteligencia artificial formó parte del discurso comercial, con OpenAI recreando la evolución de la humanidad desde el Big Bang hasta la versión más avanzada de Chat GPT, bajo el lema ¿Qué quieres crear a continuación?
La cadena Starbucks, por ejemplo, consciente de que muchos de sus clientes afrontarían el lunes con falta de sueño por el partido, regaló ayer un café a los miembros de su programa defidelización.
También Meta, Squarespace y Google, con su Gemini AI y nuevo Pixel, compartiendo presupuesto y escaparate. La comida rápida siempre es el plato principal de la SuperBowl, una vez que todos los medios online abusaron en las vísperas con recetas de aperitivos para compartir durante el partido.
Doritos, Dunkin Donuts, Häagen-Dazs, Taco Bell, Lay's, Pringles, Burguer King, así como Budweiser, Duracell y Little Caesars aprovecharon su oportunidad para hacerse notar con sus ocurrencias comerciales, igual las casas de apuestas como Bet MGM y Fanduel arrimaron el evento a su sardina. Las farmacéuticas Pfizer y Novartis sacaron músculo ante el país más poderoso del planeta mientras T-Mobile aprovechó el momento para propagar un hecho relevante en los mercados bursátiles: la alianza con Starlink de Elon Musk para convertir el operador de Deutsche Telekom en "la primera y única red móvil con conectividad satelital en los Estados Unidos", con una red al alcance de cualquier móvil en áreas hasta ahora huérfanas de conectividad.
Booking rescató a los Muppets para promocionar los alojamientos en las Bahamas y la marca de tapicería de automóviles WeatherTech recreó, con cuatro ancianas de juvenil aspecto, la escena final de Thelma & Louise, sin temor a que el café o la comida manche el cuero del asiento.
General Motors se llevó una reprimenda en las redes sociales por alentar al suicidio. En su anuncio, mostró a un afligido robot que sueña que se tira desde un puente por ser despedido de la línea de montaje y tras penar en busca de empleo en una ciudad rodeada de vehículos de la marca.
Matthew McConaughey, en el papel de un directivo de la NFL, asegura que el año ha sido excepcional para la Liga Nacional de Fútbol o, mejor debería llamarse la Liga Nacional de comida por encargo. "Desde el principio, el fútbol ha sido una conspiración para darnos hambre, por lo que cuando el fútbol te dé hambre, pide Uber Eats".
Los creativos de Dunkin Donuts tienen claro que América funciona con Dunkin, con Ben y Casey Affleck de protagonistas, en un anuncio que probablemente cueste entenderlo a la primera. No es el caso del comercial de Jeep, que posiblemente obligó durante dos minutos a no masticar cuando el actor Harrison Ford llenaba la pantalla: "La libertad es para todos. Pero no es gratis. Se gana. No hace falta ser amigo de alguien para saludarle. No siempre estaremos de acuerdo en qué camino tomar. Pero nuestras diferencias pueden ser nuestra fuerza. Así que elige. Pero elige sabiamente. Elige lo que te hace feliz. Mis amigos, mi familia. Mi trabajo me hace feliz. Este jeep me hace feliz".
La ironía también tuvo sitio cuando la startup Hims y Hers da la bienvenida a la pérdida de peso en América, "una industria de 160 mil millones de dólares que se alimenta de nuestro fracaso, en un país donde la obesidad es la epidemia más mortal de América, con un 74% de la población afectada", según señala el propio comercial.
A su vez, Meg Ryan y Billy Cristal coincidieron en la misma película en una versión de "Cuando Sally encontró Hellmans", con una mayonesa industrial capaz de suscitar expresiones propias de una escena de cama. Como colofón, los padres de David Beckham desvelaron a su hijo que tiene un hermano gemelo del que nunca le hablaron. Y resulta que era Matt Damon, con quien comparte el mismo gusto por la cerveza Stella Artois.