Sven Smit (McKinsey): "El retorno de la inversión en las empresas de Europa lleva 30 años por debajo de EEUU"
- Entrevista con el presidente del McKinsey Global Institute
Javier Romera
Sven Smit es senior partner de McKinsey y presidente del McKinsey Global Institute (MGI), la división de investigación sobre economía y negocios de la consultora. Smit trabaja con grandes empresas para desarrollar estrategias de crecimiento, analizando los factores de éxito y examinando la influencia de las megatendencias globales. Su objetivo es ayudar a las empresas en cuestiones fundamentales como la volatilidad económica, la inflación y la incertidumbre, y definir formas de ayudar a los clientes a afrontar los problemas.
¿Cuál es la mayor amenaza que ve en este momento a nivel mundial?
Creo que la incertidumbre geopolítica puede derivar en guerras comerciales con distintos niveles de intensidad. Cuando hay tanta volatilidad y existen tantas interdependencias comerciales se puede acabar en el lugar equivocado. Y en este momento hay muchas situaciones de inestabilidad al mismo tiempo, lo que puede derivar en un nuevo equilibrio. Yo no diría, de hecho, que todo es bueno o malo.
¿Cómo debería responder Europa ante una posible guerra comercial?
Tenemos que tener muy claro cuáles son nuestros intereses, nuestros objetivos y saber también cuál es nuestro mejor acuerdo bilateral. Eso es lo que hará Estados Unidos, lo que hará China y lo que harán otros países. Debemos utilizar las negociaciones a escala europea y no país a país.
"El mercado único en Europa no está completado, la fragmentación es un desastre para las empresas"
¿Y cuál es el reto para las empresas europeas?
Europa está negociando acuerdos comerciales bilaterales, como ha hecho con Mercosur. Pero si analizamos las distintas interdependencias a nivel global, observamos que Europa necesita importar energía, materias primas, tecnología. En definitiva, y aunque también exportamos muchos, hay una gran dependencia del comercio internacional.
¿Pierde Europa competitividad frente a Estados Unidos o China?
La rentabilidad media de las empresas europeas es un 3% menos a las de EEUU. Así que cuando las empresas, las gestoras o los fondos de pensiones tienen que decidir donde invertir, anteponen el mercado norteamericano. Y esto lleva ocurriendo durante 30 años por lo que la diferencia se va ensanchando.
¿Y dónde está el problema?
En Europa tenemos un mercado único, pero no está completado. Hay una gran fragmentación. Es verdad que tenemos libertad de movimientos de productos y servicios, pero no existe un mercado único de capitales y no tenemos una legislación estandarizada. Es verdad que hay un exceso de regulación, pero eso es algo que sucede en EEUU.
En España, además tenemos 17 regulaciones distintas en cada comunidad autónoma...
Sí, pero es lo mismo también que sucede en Italia o en Alemania...La fragmentación es un desastre para las empresas y es una de las causas por las que el retorno de la inversión en Europa es menor. Yo de todos modos soy optimista porque ya tenemos hecho el diagnóstico. Ahora tenemos que tomar decisiones ambiciosas.
"España tiene actualmente buenas condiciones para captar inversión; por una vez no estoy preocupado por los países del sur"
¿No cree que nos faltan en algunos sectores, como la tecnología, grandes empresas?
Sí, es verdad que necesitamos empresas más grandes. Para mí, la pregunta es, si tenemos el diagnóstico, ¿cómo podemos avanzar? ¿cómo podemos lograr una regulación más sencilla que facilite la inversión? Hay capital para invertir, ese no el problema, pero tememos que reducir la complejidad burocrática para captarlo.
¿Le preocupan las dificultades económicas en Francia y Alemania?
Sí, claro. Por una vez estoy menos preocupado por el sur. España o Grecia lo están haciendo bien. Creo que España está haciendo las cosas bien y que se dan las condiciones idóneas para la inversión. Existe además un gran potencial de crecimiento en relación con los mercados latinoamericanos y creo que acuerdo con Mercosur además puede impulsarlo.
McKinsey crece con alianzas con Google, Microsoft o Amazon en Inteligencia Artificial
Google, AWS, Microsoft, SAP, Anthropic o Cohere. Son algunas de las 19 empresas que se han unido al ecosistema de IA generativa empresarial (gen AI) impulsado por McKinsey. "A medida que surgen nuevas tecnologías, tenemos la oportunidad de explorar nuevas colaboraciones. Seleccionamos y actualizamos constantemente nuestra cartera de empresas para que nuestros clientes tengan acceso a tecnología emergente de primer nivel", afirma Alexander Sukharevsky, socio sénior que lidera QuantumBlack, la división de IA de la firma a escala mundial. "Aunque cada solución se adapta a la situación específica del cliente, todas están optimizadas para ofrecer los más altos niveles de privacidad, seguridad, protección de la propiedad intelectual y uso responsable de la IA", dice.
Sukharevsky tiene claro que "la IA generativa ha penetrado en nuestras vidas y promete ser la tecnología transformadora de nuestro tiempo con un ritmo vertiginoso de innovación", explica. McKinsey adquirió en 2015 QuantumBlack, una empresa londinense con raíces en el automovilismo de Fórmula 1 que es pionera en el uso de big data y analítica avanzada para mejorar el rendimiento de las organizaciones, y no descarta hacer nuevas adquisiciones y, sobre todo, seguir profundizando en distintas alianzas.
"Una vez que tenemos la tecnología, hay que preguntarse cómo puedo cambiar completamente las reglas del juego de mi industria o de mi empresa. Hay que aprender a interactuar con ella", explica. "Tenemos una profunda experiencia y aprovechamos nuestro ecosistema para adaptar la solución adecuada al problema adecuado, adaptada al contexto único de nuestros clientes", concluye.