Lo que hay que responder al tribunal médico para que te den la pensión de incapacidad permanente, según un abogado
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elEconomista.es
Las pensiones de incapacidad permanente son las terceras más abonadas por parte de la Seguridad Social dentro del ramillete de pensiones contributivas. Casi un millón de personas las reciben mensualmente en nuestro país, pero hay un aspecto que las diferencia de sus 'hermanas' de jubilación o viudedad: las diferentes fases del proceso de solicitud de esta prestación.
La razón es que, a diferencia de la jubilación o viudedad (que se acreditan en base a criterios más o menos fijos y determinables), en las pensiones de incapacidad permanente la Seguridad Social tiene que asegurarse que la enfermedad o dolencia por la que el ciudadano acude a solicitarla realmente le incapacita para su trabajo actual.
Una de las fases por las que ha de pasar cualquier ciudadano es la del tribunal médico, un trámite delicado porque suele impresionar e incluso intimidar al solicitante de la pensión, dado que a menudo se concibe que los miembros del tribunal siempre son reacios a conceder la pensión. Por eso es vital no cometer errores.
Sobre uno de esos errores ha advertido el abogado Ignacio de la Calzada. En su cuenta de TikTok @laboral_tips ha informado de que el tribunal médico le preguntará al trabajador sobre diferentes aspectos relativos a su salud y a su puesto de trabajo y que, aunque no hay muchas 'preguntas trampa', sí hay una que se debe responder de forma muy concreta.
En concreto, explica De la Calzada, hay que dejar claro que la intención es volver a trabajar una vez se reciba la pensión de incapacidad permanente, lo cual puede suceder en aquellos casos en los que dicha incapacidad que se reconozca sea compatible con la elaboración de un trabajo distinto al que se actualmente se realiza.
Por eso, a la pregunta de si se quiere seguir trabajando, el trabajador debe responder que sí y, además, matizar que eso incluye trabajar en otro tipo de trabajo si no se pueden ejercer las funciones que se desempeñaban antes de surgir la incapacidad permanente.
De Calzada asegura que "en el momento que te digan si quieres continuar trabajando lo que tienes que matizar es que debido a tus lesiones te gustaría seguir trabajando, aunque fuera de otra cosa porque tus limitaciones te impiden desarrollar tu trabajo".
De esta forma, se evita la posibilidad de que el tribunal no recomiende la concesión de la pensión al trabajador, algo que ya ha sucedido en otros ocasiones y que ha obligado a varios solicitantes a recurrir la decisión de la Seguridad Social.
La razón de esta negativa es que, al exponer su intención de seguir trabajando pero no en cualquier profesión, el tribunal no recomendaba la no concesión de la pensión al considerar que el trabajador no podía ejercer su actual empleo y no quería desempeñarse en otra profesión diferente.