Qué es la teoría de la cebolla, la técnica que utilizan las parejas más duraderas para saber si son compatibles
- Se trata de una técnica con la que profundizar dentro de la otra persona y de la relación
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elEconomista.es
Cada relación de pareja es un mundo: hay diferentes formas de conocerse, distintas maneras de entender un vínculo afectivo, infinitos comportamientos que llevar a cabo dentro de las relaciones, muchos límites que se marcan o no dentro de la pareja... pero, sin duda, uno de los objetivos que persiguen todas y cada una de las parejas es, precisamente, el de durar el mayor tiempo posible.
Para poder durar mucho tiempo con tu pareja o, como se suele decir, 'toda la vida', hay una técnica destacada por numerosos psicólogos expertos en el tema de las relaciones de pareja. Se trata de la técnica de la cebolla que, como no puede ser de otra manera, está basada en marcar diferentes 'capas' o niveles dentro de la relación, algo que tiene que ver con las diferentes etapas y la compatibilidad para con la otra persona.
¿En qué consiste la técnica de la cebolla?
La idea fundamental de la técnica de la cebolla es organizar una relación por capas, en distintos niveles, que nos lleven desde lo más elemental y exterior, la parte más pública que conoce todo el mundo de nosotros, hasta la más interior y personal, que es aquella en la que se encuentran los secretos, los miedos, los valores de una persona, la parte más privada que no se muestra a nadie o casi nadie.
Teniendo este concepto de la técnica claro, para aplicarla desde el inicio de una relación, basta con ir conociendo a la persona poco a poco, desde esa parte más exterior, hasta la parte más íntima, sin saltarnos ninguna de ellas, de tal modo que se vaya afianzando la relación y estabilizando poco a poco.
El primer paso, la primera capa, tiene que ver con el inicio de la relación. Es el momento en el que las dos personas se conocen y comparten los gustos, aficiones e intereses. Puede parecer algo muy superficial, sobre todo, porque esta primera etapa está basada en una ilusión, el interés por ir conociendo a la persona y la atracción física. Sin embargo, es muy importante para asentar unos pilares y cimientos férreos en la relación. Así, durante este nivel, muestra atención, conoce en profundidad esos gustos y aficiones de tu pareja, comparte los tuyos y disfrutad juntos de aquellos que tenéis en común, que es la mejor forma de comenzar a tener confianza.
Tras esta primera etapa y capa de la cebolla, toca pasar a la segunda fase, que es aquella relacionada con los sentimientos y emociones, cuando se formaliza la relación más allá de la atracción física y los gustos superfluos. Así, esta capa es en la que se establece un mayor vínculo y, también, en la que se marcan los límites de la pareja, una fase fundamental para la estabilización, la confianza en el otro y la formalización. Toca abrirse más en profundidad, expresar los deseos de tener una relación, lo que se quiere construir y lo que se está dispuesto a dar y a aceptar a nivel de sentimientos.
La tercera capa va más allá aún, ya que es aquella en la que se muestran los valores, las creencias, los objetivos vitales. Ambas partes ya saben qué quiere la otra persona a nivel sentimental, ya conocen sus facetas a corto plazo (qué les gusta hacer, qué tipo de relación tienen, cuáles son sus objetivos individuales a nivel de estudios o trabajo...), pero, ¿cuáles son sus metas futuras? Aquí se entablan conversaciones más profundas, por ejemplo, si quieren formar una familia, si quieren casarse, si aceptarían vivir juntos...
Si estas tres primeras etapas son compatibles, se llega a la cuarta etapa. Es mucho más profunda, ya que es el momento de comprometerse como pareja. Ahora, ambos saben qué esperar del otro en casi todos los ámbitos de su vida y, por tanto, hay que empezar a trabajar en ello, apoyarse en momentos difíciles, celebrar los logros individuales, conseguir los objetivos mutuos, tomar decisiones teniendo siempre en cuenta la opinión de la otra persona, tener conversaciones difíciles para reforzar la relación, con confianza y comprensión, ya que en esta fase, lo normal, es que ya se haya pasado lo que se conoce como 'fase de enamoramiento', la fase inicial. Ya se ha dejado de lado esa ilusión del principio, la fase de exploración y conocimiento. A cambio, hay mucha más confianza, es una relación más estable y de seguridad.
Por último, la más profunda y complicada de las etapas es la quinta capa, aquella en la que ya se conocen las intimidades, miedos, sentimientos, retos y objetivos de la otra persona. Sin embargo, en esta última etapa de la relación hay que mantener el vínculo, pero conservando la individualidad. ¿Qué quiere decir esto? Que no se debe perder la parte propia y personal de cada individuo, a la vez que se mantiene el vínculo con la otra persona, de tal modo que se cree una relación sana y madura, que es el secreto de las parejas más duraderas.
De hecho, como reflexión final, hay que saber que las relaciones duraderas son aquellas que, en general, comparten y son compatibles en las capas más internas. Esto quiere decir que las capas exteriores son más fáciles de compatibilizar en una relación. Es fácil coincidir en gustos musicales y aficiones, pero es mucho más difícil encontrar a alguien que cuadre con los valores, creencias y formas de ser de las capas más internas dentro de una relación. Por tanto, la teoría de la cebolla es fundamental para mirar más adentro de las personas y asegurar esas partes internas que son síntoma de éxito en una relación.