La reflexión de unos argentinos que ven el Acueducto de Segovia por primera vez: "En mi cabeza eso se debería caer"

España es un país con auténticas rarezas históricas que sorprenden a los turistas que la visitan. En esta ocasión ha sido la creadora de contenidos argentina @la__chule la que ha dado que hablar al llegar a la Plaza del Azoguejo. Junto a sus amigos han visto el Acueducto de Segovia por primera vez y han terminado debatiendo durante más de una hora sobre algo que ha chocado mucho en los comentarios.

"Estamos parados como una hora mirando y debatiendo cómo esto se puede mantener de pie", decía antes de mostrar el Acueducto. Su asombro sigue siendo mayúsculo y continúa: "Esto no tiene cemento y están unas apoyadas arriba de la otra y están ejerciendo presión, pero este arco ¿cómo es que la piedra del medio no se cae?... En mi cabeza eso se debería estar cayendo", dice sin llegar a entender como la "clave", pieza tallada del centro de un arco, sostiene toda la estructura aguantando su peso y el de las piedras que hay encima de esta.

Los comentarios no han tardado en llegar, la mayoría asombrados de que no entendiera el funcionamiento, pero gran parte de ellos compartían su asombro ante semejante construcción.

El Acueducto de Segovia es una de las construcciones romanas más emblemáticas de España y se mantiene en pie debido a su extraordinaria ingeniería a base de un milimétrico estudio de las fuerzas de empuje y a los materiales empleados en su construcción. Con siglos de historia a sus espaldas, no solo es un símbolo de Segovia, sino también un ejemplo de la pericia de los ingenieros.

El acueducto fue construido a principio del siglo II d.C., durante el gobierno del emperador Trajano, aunque no se conoce con exactitud la fecha. Su función principal era transportar agua desde la sierra de Guadarrama hasta la ciudad de Segovia, cubriendo una distancia aproximada de 15 kilómetros.

Está formado por 167 arcos de piedra granítica colocados en seco, es decir, sin utilizar mortero. Las piedras están perfectamente talladas y ensambladas, utilizando un sistema de equilibrio y distribución de peso que ha permitido que la estructura resista siglos de uso y condiciones climáticas adversas.

La resistencia del acueducto se debe, en primer lugar, a la calidad del granito extraído de las cercanías de Segovia y su colocación cuidadosa sin mortero permite que las piedras se mantengan firmes por su propio peso. Además, el diseño de los arcos distribuye la presión de manera uniforme, garantizando estabilidad estructural.