Adiós a los faros amarillentos del coche: el ingrediente de cocina que los vuelve transparentes
- El problema es el plástico con el que están fabricados, que se degrada con el sol, los cambios de temperatura y la oxidación
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elEconomista.es
Es común ver coches con los faros delanteros amarillentos, sucios y opacos. Hay que tener cuidado con esa degradación al ser un riesgo para la seguridad al no alumbrar bien. El motivo de este problema está en el plástico del que están hechos.
Se fabrica con policarbonatos, es decir, polímeros termoplásticos que son moldeables y ligeros a la vez que son resistentes, mejorando al vidrio convencional que antes se utilizaba para los faros. Es más difícil de rayar y proporciona mayor transparencia a la luz emitida.
Su inconveniente es la alta degradación que sufre, siendo el sol, los cambios de temperatura y la oxidación sus mayores enemigos. Con el tiempo se vuelven amarillos y opacos. No solo es un problema estético porque afecta a las luces delanteras del coche no iluminen igual, reduciendo la visibilidad exterior.
Por este motivo, es importante mantener los faros limpios. A través de un ingrediente de cocina se puede recuperar su brillo: el vinagre. Antes de aplicar este líquido, hay que limpiar bien la zona con agua y un detergente suave. Así se eliminan los residuos o suciedad que se pueda acumular.
Después de secarlos, el vinagre es una gran solución para aplicar a los faros. Esto se debe a que es un ingrediente con propiedades desinfectantes y limpiadoras que puede descomponer las manchas y residuos acumulados en la superficie de los faros. Para aplicarlos se calienta el vinagre en una taza y se deja enfriar un poco.