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Investigadores detectan que la posición en la que ponemos el brazo cambia la medición de la presión arterial: esta es la forma correcta

Foto: Dreamstime.

elEconomista.es

Un grupo de investigadores de Johns Hopkins Medicine concluye que las formas comúnmente utilizadas de posicionar el brazo del paciente durante los exámenes de presión arterial pueden sobrestimar sustancialmente los resultados de la prueba y llevar a un diagnóstico erróneo de hipertensión.

Según un informe publicado en JAMA Internal Medicine, los investigadores examinaron los efectos de tres posiciones diferentes del brazo a la hora de tomar la presión arterial: un brazo apoyado sobre un escritorio, un brazo apoyado sobre el regazo y un brazo sin apoyo colgando al costado del paciente.

Al respecto, los expertos descubrieron que el apoyo sobre el regazo sobreestimaba la "presión sistólica" (el número superior en una lectura de presión arterial) en casi 4 mmHg, y un brazo sin apoyo colgando a un costado sobreestimaba la presión sistólica en casi 7 mmHg.

Los hallazgos confirman que la posición del brazo hace una "enorme diferencia" cuando se trata de una medición precisa de la presión arterial, cuenta Tammy Brady, autora principal del estudio y vicepresidenta de investigación clínica en el Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins y directora médica del programa de hipertensión pediátrica en el Centro Pediátrico Johns Hopkins.

Hipertensión en España

Según la Revista Española de Cardiología, en España, en 2019, el 33% de los adultos de 30-79 años (10 millones) eran hipertensos: el 68% estaba diagnosticado y el 57% recibía tratamiento farmacológico, y la cobertura terapéutica efectiva (control) alcanzaba al 33%, con disparidades geográficas y sociales en ambos parámetros. Aproximadamente 46.000 muertes cardiovasculares al año son atribuibles a la hipertensión.

La presión arterial alta no tratada aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco y otras enfermedades cardiovasculares graves, según información de Medicalxpress. Debido a que la hipertensión puede causar síntomas mínimos o nulos, la detección temprana y frecuente durante los controles de rutina se considera la "piedra angular del control de la hipertensión".

En la mayoría de los casos, los cambios en el estilo de vida, como la pérdida de peso, las dietas saludables y el ejercicio, así como la terapia con una variedad de medicamentos, pueden mantener la presión arterial bajo control.

Las pautas adecuadas

El medio sanitario, explica que las últimas pautas de práctica clínica de la Asociación Estadounidense del Corazón enfatizan varios pasos clave para una medición precisa, incluido el tamaño adecuado del brazalete, el soporte para la espalda, los pies apoyados en el piso con las piernas sin cruzar y una posición adecuada del brazo, en la que la mitad de un brazalete de presión arterial ajustable se coloca a la altura de la mitad del corazón en un brazo apoyado sobre un escritorio o una mesa.

A pesar de estas recomendaciones, los investigadores afirman, y recoge el medio, que la presión arterial se mide con demasiada frecuencia con los pacientes sentados en una mesa de examen sin ningún apoyo para el brazo o con un apoyo inadecuado. En algunos casos, un médico sostiene el brazo o el paciente sostiene un brazo en su regazo.

La muestra de la investigación

En el nuevo estudio de Johns Hopkins, los investigadores reclutaron como muestra a 133 participantes adultos (78% hombres, 52 % mujeres) entre el 9 de agosto de 2022 y el 1 de junio de 2023. Los participantes del estudio, que tenían entre 18 y 80 años, fueron clasificados al azar en uno de seis grupos posibles que se diferenciaban por el orden de las tres posiciones de los brazos sentados.

Las mediciones se realizaron durante una única visita entre las 9:00 y las 18:00 horas. Antes de medir la presión arterial, todos los participantes vaciaron la vejiga y luego caminaron durante dos minutos para imitar una situación clínica típica en la que las personas entran a una clínica o consultorio antes de que se realice la evaluación. Luego, se sometieron a un período de descanso de cinco minutos, sentados, con la espalda y los pies apoyados.

A cada persona, que llevaba puesto un brazalete para medir la presión arterial en el brazo, seleccionado y dimensionado en función del tamaño de su brazo, se le tomaron tres series de mediciones por triplicado con un dispositivo de presión arterial digital con 30 segundos de diferencia.

Al finalizar cada serie de tres mediciones, se les quitó el brazalete, los participantes caminaron durante dos minutos y descansaron durante cinco minutos. En la misma visita, se les realizó una cuarta serie de mediciones por triplicado con el brazo apoyado sobre un escritorio, una serie que se utiliza para tener en cuenta las variaciones bien conocidas en las lecturas de la presión arterial. Todas las mediciones se realizaron en un espacio tranquilo y privado, y se pidió a los participantes que no hablaran con los investigadores ni usaran sus teléfonos durante la evaluación.

Hallazgos de la investigación

Los investigadores descubrieron que las mediciones de presión arterial obtenidas con posiciones de brazo frecuentemente utilizadas en la práctica clínica (un brazo sobre el regazo o sin apoyo a un costado) eran marcadamente más altas que las obtenidas cuando el brazo estaba apoyado sobre un escritorio, la posición estándar recomendada.

"Si mides la presión arterial de manera constante con un brazo sin apoyo y eso te da una presión arterial sobreestimada de 6,5 mmHg, esa es una diferencia potencial entre una presión arterial sistólica de 123 y 130, o de 133 y 140, que se considera hipertensión en etapa 2", explica Sherry Liu, MHS, coordinadora de investigación epidemiológica en el Centro Welch para la Prevención, Epidemiología e Investigación Clínica, Departamento de Epidemiología, en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg y autora del estudio.

Los investigadores sentencian que los resultados de su estudio pueden aplicarse únicamente durante evaluaciones con dispositivos de presión arterial automatizados y pueden no aplicarse a lecturas realizadas con otros dispositivos de presión arterial.