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Las cinco cárceles más lujosas y cómodas de todo el mundo: desde la prisión de Bastoy hasta una "ciudad universitaria"

Isla Bastoy /Foto: Wikimedia Commons

elEconomista.es

Lo primero que pasa por la cabeza cuando se piensa en una cárcel son pasillos oscuros y húmedos que dan a pequeñas celdas compartidas desprovistas de todo lujo, pero eso no es así del todo. Hay varios puntos en el mundo que sostienen un enfoque más humano para tratar de reinsertar a los delincuentes en la sociedad, aunque hayan cometido un delito de mayor.

Para comprobar esta teoría que persigue, en la mayoría de los casos una integración completa de los presos, aquí está la lista de las cárceles menos peligrosas.

Bastoy Prison, Noruega

Se encuentra en el fiordo de Oslo y la prisión de Bastoy bien podría ser el sueño de todo recluso, ya que aquí no se contemplan las celdas en la vida de los reos. En 2017 fue calificada por el Foro Económico Mundial como "la cárcel más agradable del mundo".

Gerhard Ploeg, asesor principal del Ministerio de Justicia de Noruega en 2012, explicó en un artículo al 'New York Times' que "la vida dentro de la prisión debe parecerse a la vida fuera, tanto como lo permitan las consideraciones de seguridad y los recursos". Añadió que "cuanto más gradual sea la transformación del encarcelamiento a la libertad, mejores serán las posibilidades de prevenir la reincidencia".

Contrario a la imagen tradicional de las cárceles, en Bastoy las celdas no forman parte del entorno cotidiano de los reclusos. En su lugar, viven en casas de madera, similares a cabañas, que cuentan con dormitorios individuales y áreas comunes.

Más que una prisión, Bastoy se ha transformado en una comunidad donde los reclusos tienen acceso a diversas actividades durante su tiempo libre. Pueden montar a caballo, jugar al tenis, tomar el sol, bañarse en la playa, acudir a la biblioteca o visitar la iglesia, entre otras opciones.

Sin embargo, los reclusos en Bastoy también deben trabajar. Participan en actividades como la agricultura ecológica, el cuidado de animales, la producción de madera, el trabajo en el invernadero, el mantenimiento de la isla y la cocina de la prisión. Estas tareas no solo ocupan su tiempo, sino que también benefician a la comunidad.

Según 'Business Insider', los reclusos en Bastoy disfrutan de una considerable libertad, pero con ciertas restricciones. Deben estar en sus casas a las 23:00 todos los días y no pueden salir hasta las 7 a. m. entre semana y las 8 a. m. los fines de semana.

Muchos han sido los que han expresado que estas cárceles son demasiado cómodas, pero hay que resaltar que Noruega es uno de los países que menos índice de reincidencia tiene. Tan solo un 20% de los reclusos vuelve a delinquir en los primeros dos años de libertad, mientras que en Estados Unidos este índice es del 50%.

HMP Addiewell

HMP Addiewell es una prisión ubicada en el pueblo escocés de Addiewell, conocida por su enfoque moderno y progresista en la rehabilitación de los reos. Su objetivo principal es ayudar a su reinserción y que sus vidas mejoren, preparando su reintegración a la sociedad mediante programas que combinan educación, formación laboral, y apoyo emocional.

La prisión ofrece a cada recluso 40 horas semanales de actividades productivas, incluyendo talleres educativos, asesoramiento, y oportunidades de trabajo. La idea es que estas actividades no solo les proporcionen nuevas habilidades, sino que también mantengan el contacto con sus familias, un aspecto que HMP Addiewell considera fundamental para una rehabilitación exitosa.

Wikimedia Commons

Inaugurada en 2008 y gestionada por Sodexo Justice Services bajo un contrato con el Servicio Penitenciario Escocés, HMP Addiewell alberga a hombres adultos, tanto condenados como en prisión preventiva. El diseño de la prisión incluye dos bloques residenciales de cuatro pisos, además de un edificio central donde se llevan a cabo los programas de rehabilitación y otras actividades.

Las instalaciones de HMP Addiewell son modernas y están diseñadas para ser lo más cómodas posibles. Según un informe de 2018, cada celda está equipada con baño y ducha privados, y la disposición de las áreas comunes está pensada para facilitar la gestión del personal y las visitas familiares.

"La combinación de todo este alojamiento en un solo edificio multifuncional ayuda a producir eficiencias en el personal y agiliza el proceso de visitas", detallan los especialistas de HLM Architects.

Otago Corrections Facility

Otago Corrections Facility puede parecer, a simple vista, una prisión neozelandesa como cualquier otra, pero en realidad es una de las más grandes y modernas del país. Con una capacidad para 335 reclusos y 27 edificios individuales, todos rodeados por una imponente valla perimetral de alta seguridad, este centro penitenciario destaca por su diseño y funcionalidad.

"Las unidades de alojamiento se agrupan en torno a servicios ubicados centralmente, como cocinas, áreas industriales y salas de programas", según detalla la página de Hawkins, una de las principales empresas de construcción en Nueva Zelanda. Este diseño centralizado facilita el acceso de los reclusos a diversos servicios y programas.

Lo cierto es que este centro penitenciario podría pasar perfectamente por un campus universitario, si no fuera por las cercas de alambre o las cámaras. Las habitaciones de estos reclusos presentan algunas diferencias notables a las celdas normales, ya que podría ser un dormitorio de una residencia con su cama personal, televisor, mueble para artículos personales, escritorio flotante y una silla, lo que refleja el enfoque humanizado del centro.

Además de proporcionar un entorno cómodo, también se dedican a la rehabilitación y reintegración de los internos a la sociedad. Ofrece clases de ingeniería, ganadería y cocina, entre otras, para ayudarlos a adquirir habilidades útiles para su vida posterior a la prisión.

Sollentuna, Suecia

Situada en Estocolmo, Suecia, esta prisión ofrece a los internos habitaciones confortables, cada una con su propio baño privado. Además, cuenta con un gimnasio completamente equipado, una cocina moderna de uso compartido, y una sala de recreación que incluye un televisor y un sofá.

Gracias a la cocina compartida, los reclusos tienen la oportunidad de preparar sus propios alimentos, aunque siempre bajo la vigilancia constante de los guardias, quienes supervisan cada rincón de la prisión a través de un sistema de cámaras de seguridad.

En 2019, la prisión fue galardonada con el premio BREEAM Public Projects In-Use por su compromiso con la sostenibilidad. Entre las características que le valieron este reconocimiento se encuentran un techo verde de 1.100 metros cuadrados cubierto de vegetación, un sistema de ventilación que recupera el calor del aire, y una sala de gestión de residuos con capacidad para clasificar en ocho categorías diferentes. Estos esfuerzos sostenibles fueron clave para que la prisión recibiera este prestigioso galardón, que destaca a los edificios más innovadores y respetuosos con el medio ambiente del último año.