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El pueblo excomulgado de España que antecede el caso de las monjas de Belorado


Elena Garagui

El pasa 22 de junio, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, excomulgaba a 10 monjas clarisas del convento de Belorado, en Burgos, tras más de un mes de desencuentros entre ambas partes en el que las ya exreligiosas no han cesado en dudar de la autoridad papal del Vaticano, así como de renegar de la Iglesia Católica dado el "caos doctrinal y moral" actual.

El cisma entre ambas partes ha supuesto una revolución para la comunidad religiosa española que ha asistido en los últimos 40 días a una 'telenovela' de acusaciones cruzadas en las que el arzobispado de Burgos actuaba como enviado de Roma. Y aunque el origen de la disputa no sea otro que el de la venta de un activo inmobiliario (por el camino se han sumado también deudas a proveedores y altas facturas), la disputa ha llegado a tal punto que además de haber recibido la excomulgación, las exmonjas de Belorado están obligadas a abandonar el convento en los próximos días.

La excomulgación en sí es una pena o censura que aparta a una persona, sea o no religiosa, de la vida eclesiástica. En los últimos años también se hizo popular el caso de la activista española Samantha Hudson por una crítica en forma de vídeo musical por el trato por parte de la Iglesia hacia el colectivo LGTB.

Sin embargo, el caso nacional más sonado es el de Trasmoz, una pequeña localidad de Zaragoza a la que consideran como maldita por su excomulgación hace casi 500 años, a pesar de ser tradicionalmente laica. Un hecho que aún no ha revocado la Iglesia Católica por lo que le convierten en el único pueblo con la condición de excomulgado de España.

Un Señorío de brujas y aquelarres

Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, Trasmoz contaba en 2023 con tan solo 83 habitantes, una cifra reflejo del descenso población propio de la España más vaciada: su pico desde hace casi 200 años fue en 1900 cuando alcanzó los 340 habitantes. Aunque esa cifra aumenta en época estival, sobre todo durante el mes de julio cuando la localidad celebra la Feria de la brujería, un evento que caricaturiza lo sucedido hace 5 siglos y que logra atraer a turistas de todo el país.

Cuenta la leyenda que, en el antiguo castillo del Señorío de Trasmoz (derruido hoy en día a causa de un incendio en el s. XVI) se acuñaban fabricaban de manera ilegal y, para ocultarlo, se culpaba a 'las brujas y magos' de la zona de los ruidos del raspado y martilleo propio de la acuñación. Así es como fue surgiendo el mito embrujado sobre Trasmoz que dura hasta el día de hoy.

Fue allá por el año 1.200 cuando, el Monasterio de Veruela, una localidad cercana Trasmoz, puso en conocimiento del azobispado de Tarazona la condición de supuesto refugio de aquelarres en Trasmoz con la intención de ordenar su excomulgación, a pesar de que el pueblo 'maldito' era territorio laico por esos tiempos y no pagaba ni siquiera impuestos a la Iglesia.

La maldición del Salmo 108

El repudio aún tardaría en llegar y durante 300 años Veruela y Trasmoz estuvieron inmersas en una serie de disputas que incluso provocó un pequeño 'asedio' por parte del Monasterio cuando este comenzó a desviar el caudal del río que abastecía de agua al pueblo de las brujas. La serie de acontecimientos posteriores acabó con una maldición de la Iglesia en el año 1530 en contra de la localidad zaragozana, con permiso del Papa Julio II, que consistió en el canto de varios versos del Salmo 108, que según National Geographic se usa para maldecir a todos aquellos enemigos de la Biblia: "Oh, Dios de mi alabanza, no calles. Bocas de impíos y traidores están abiertas contra mí...".

Dada las circunstancias de la excomunión de Trasmoz que contó con el visto bueno de la máxima autoridad eclesiástica, tan solo otro papa podría levantar la maldición, hecho que hasta 2024 aún no se ha producido, por lo que oficialmente el pequeño pueblo de Zaragoza sigue excomulgado, siendo el único con tal condición de España.