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Así fue la batalla del galeón San José con corsarios ingleses: de quién es el tesoro de 20.000 millones en monedas de oro que naufragó


Cristian Gallegos

Hace más de tres siglos, el galeón español San José, construido en 1698 en Aginaga, Guipúzcoa, naufragó en aguas colombianas. Se estima que la embarcación llevaba un tesoro de un valor de 20.000 millones de dólares, el cual está generando un conflicto de interés por parte de Colombia, una empresa estadounidense y España.

En 1708, el galeón español San José, construido en 1698 por Pedro de Aróstegui, por encargo del duque Arístides Eslava y la familia Eslava, en el astillero de Mapil en Aginaga, Guipúzcoa, naufragó en aguas colombianas. Entre sus pertenencias, se estima que se encontraba uno de los tesoros más valiosos perdidos en el mar, incluidas 200 toneladas de monedas de plata, esmeraldas y oro.

Según relatan los historiadores, el barco zarpó en 1706 desde España y acabó hundido en 1708 durante la llamada Batalla de Barú (Guerra de Sucesión de España) por un buque inglés en aguas de Cartagena de Indias, Colombia. Naufragó con un tesoro muy valioso: 11 millones monedas de oro que hoy, junto a otras, tienen un valor de 20.000 millones de dólares.

En 2015, el gobierno de Colombia anunció el descubrimiento de los restos del pecio. Un hallazgo que inmediatamente desató la disputa legal por el galeón y la duda sobre a quién pertenece el patrimonio, si al país sudamericano, a España o a una empresa estadounidense que reclama la mitad de su valor.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que pretende aplicar todos sus esfuerzos para recuperar el tesoro con carácter de "urgencia", antes de que culmine su mandato en 2026. Para ello, solicitó al ministro de Cultura del país sudamericano, Juan David Correa, una asociación público-privada. Todo esto, mientras una empresa estadounidense solicita la mitad del valor del hallazgo.

En esta línea, Colombia dio inicio al proyecto de investigación del hallazgo del Galeón San José. Un plan que tendrá seis pasos dentro de una fase que supuestamente será "exploratoria y que no contempla intervenciones", pese a que existe una investigación en curso al expresidente Juan Manuel Santos por "saqueo" del tesoro y el reconocimiento del galeón como un "barco de Estado" español.

EEUU en disputa por la "mitad del tesoro"

Respecto a la empresa de EEUU, se trata de un consorcio de salvamento de Estados Unidos llamado Glocca Morra, empresa antecesora de Sea Searcha Armada. En 1981, afirmó haber localizado la embarcación San José, según Marine Industry New. La empresa manifestó en esa oportunidad, que entregaría las coordenadas del barco a las autoridades colombianas a cambio de la "mitad del tesoro" cuando finalmente fuera sacado de las profundidades.

Sin embargo, como era de esperar, ahora hay disputas sobre quién debería reclamar la recompensa. Algunos han argumentado que Glocca Morra no localizó el barco, y el gobierno colombiano afirma que encontró el galeón de forma "independiente" con un equipo de buzos en 2015, en un lugar diferente, que permanece en secreto, relata el medio. Juan Manuel Santos, entonces presidente de Colombia, dijo que el hallazgo "constituye uno de los mayores descubrimientos de patrimonio sumergido en la historia de la humanidad".

Glocca Morra, actual Sea Searcha Armada, argumenta que encontró el barco y, en un caso de arbitraje que se está llevando a cabo en Londres, afirmó que Colombia le debe 10 millones de dólares. En este contexto, el tesoro también es disputado por España y la nación indígena Qhara Qhara de Bolivia, quienes dicen que los españoles "obligaron" a la gente de su comunidad a extraer los metales utilizados en el tesoro.

Los derechos de España y patrimonio subacuático

Pareciera que al decir galeones "españoles" se asume por completo que son de España, o al menos así se ha referido históricamente nuestro país respecto al hallazgo del galeón San José y su millonario tesoro. Todo esto mientras Colombia anuncia que comenzará con su rescate para fines "investigativos".

En esta línea, el abogado español Carlos Pérez Vaquero señalo a la BBC que "no se trata de dilucidar en una sentencia quién es el legítimo dueño del patrimonio subacuático hallado porque, según el principio de inmunidad soberana, mientras un Estado no abandone expresamente su patrimonio público subacuático, seguirá siendo su propietario".

En las últimas declaraciones realizadas en 2019 sobre este ítem histórico, el Gobierno reiteró la consabida posición española que defiende que, según el derecho internacional comúnmente admitido por todas las naciones, el "San José" era un buque de Estado, sus restos tienen la consideración de "tumba submarina" y no pueden ser objeto de explotación comercial.

Durante todo el proceso de litigio internacional por el barco y su codiciado tesoro, España ha reconocido que es un "barco de Estado". "Se trata de un barco de Estado, de guerra, y no barcos privados, por lo que hay una titularidad del Estado donde esté abanderado el pabellón del navío".

Colombia toma ventaja

El gobierno colombiano de acuerdo con la mesa técnica conformada por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y la Armada de Colombia y la Dirección General Marítima ha establecido los seis pasos que tendrá la fase de caracterización del Galeón San José.

En primer lugar, se generarán imágenes del sitio para hacer un diagnóstico "no intrusivo" de la zona y se utilizarán sensores remotos. Posteriormente, se realizará un registro de las imágenes recolectadas para construir un inventario de las evidencias arqueológicas, lo que permitirá una clasificación de los materiales y su procedencia.

El tercer paso de la investigación será el prediagnóstico de conservación, a partir del registro visual y el procesamiento de las imágenes en un sistema de información geográfica, que establecerá un punto de partida del nivel de deterioro de los elementos identificados. Tras estos procedimientos, se utilizará un buque de investigación submarina con tecnologías de posicionamiento dinámico y posicionamiento acústico submarino, y un vehículo de operación remota, dotado de diversos sensores y herramientas, capaz de descender a la profundidad del yacimiento.

Por último, divulgará y difundirá los procesos del proyecto, entre los que se incluyen la producción científica a través de artículos y la participación en eventos académicos y de investigación, e iniciativas dirigidas a la toda la sociedad para promover la apropiación social del Patrimonio Cultural Sumergido; y finalmente identificará, caracterizará y evaluará los riesgos, amenazas y vulnerabilidades, tanto naturales y antrópicas, que puedan afectar el contexto arqueológico.