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Un buque carguero choca contra un puente de Baltimore y lo derrumba en pocos segundos
- Se trata del portacontenedores Dali, de 32.000 toneladas y construido en 2015
- Vehículos que circulaban por el puente en ese momento han caído al agua
- La caída del Francis Scott Key afecta a uno de los puertos más activos de EEUU
elEconomista.es
El transporte marítimo mundial vuelve a dejar imágenes impactantes. El puente Francis Scott Key de la ciudad estadounidense de Baltimore, situada en el estado de Maryland (noreste), se ha derrumbado este martes a causa de la colisión de un barco carguero repleto de contenedores de mercancías contra la estructura, provocando la caída de varios vehículos al río Patapsco. El vídeo con el choque se suma a otros como el de los buques incendiados en el Mar Rojo por los ataques de los hutíes de Yemen o al del gigante carguero Ever Given atascado en el Canal de Suez en 2021.
Que el impacto contra el puente se produjera durante la madrugada ha evitado que se hayan visto involucrados más vehículos. El barco comenzó a virar a la 1:26 (hora local), dos minutos antes de que se produjese el impacto contra el pilar, según datos verificados por la CNN. La Autoridad de Transporte de Baltimore ha confirmado en un breve mensaje en su cuenta en la red social X que parte del puente, el mayor de la ciudad, "colapsó tras ser golpeado por un barco". El impacto ha detenido el tráfico marítimo en uno de los puertos más importantes de la costa este de EEUU.
El jefe de bomberos de Baltimore, James Wallace, ha confirmado que dos personas han sido rescatadas del lugar, una de las cuales ha resultado gravemente herida. Habría otras seis personas desaparecidas, según los servicios de emergencia. El secretario de Transporte del estado, Paul Wiedefeld, ha confirmado que sobre la estructura había en el momento del derrumbe ocho personas. Otras informaciones apuntan a que el número de víctimas puede ser de más de una veintena, ya que había equipos de mantenimiento en el puente en el momento de su derrumbe. Las autoridades ya han advertido de que la situación es compleja tanto por la inestabilidad de la infraestructura derrumbada como por las condiciones meteorológicas, ya que los termómetros marcan temperaturas bajo cero.
El gobernador de Maryland, Wes Moore, ha declarado el estado de emergencia. La Casa Blanca está supervisando el incidente. El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, ha publicado en X que ha ofrecido el apoyo de su agencia mientras duren las labores de rescate. Sobre el estado del puente, el gobernador ha dejado claro que no presentaba ninguna deficiencia conocida ni problemas estructurales, dando a entender que simplemente no pudo soportar el impacto del buque.
El barco del incidente es el Dali, de 32.000 toneladas y construido en 2015, según la base de datos de la Organización Marítima Internacional. Un portavoz de Synergy Marine, su gerente y operador con sede en Londres, ha informado de que el Dali tenía alrededor de 4.900 contenedores a bordo en el momento del choque. El barco había llegado de China, realizando entregas en varios puertos de la costa este antes de entrar a Baltimore el domingo. Directivos de la empresa se desplazaban al lugar para evaluar la situación. La multinacional danesa Maersk ha confirmado que tenía alquilado temporalmente el buque y que transportaba carga de la compañía. Las acciones del gigante naval han llegado a caer más de un 4,5% este jueves.
Las autoridades locales también han aclarado que el barco estaba siendo pilotado en el momento del siniestro por un experto local y no por personal de la tripulación, una táctica habitual en Baltimore para evitar precisamente accidentes en la entrada o la salida del puerto. El gobernador Moore ha explicado ante los medios que la tripulación emitió un mayday antes de colisionar contra el puente por problemas técnicos. La empresa singapurense Synergy Group, que opera el barco, confirmó que ninguno de los 22 tripulantes del navío resultó herido y aseguró que colabora con las autoridades para determinar las causas del incidente.
El puente Francis Scott Key permite a los buques comerciales entrar en el puerto de Baltimore, uno de los principales puertos de EEUU en términos de volumen y valor de las cargas. Es el mayor puerto estadounidense de manipulación de automóviles y camiones ligeros. El caos también se traslada a las carreteras, ya que ha quedado cortado un enlace clave en la principal autopista que rodea Baltimore.
Al menos 21 barcos se encuentran en aguas al oeste del puente derrumbado, informa Bloomberg. Aproximadamente la mitad de ellos son remolcadores. También hay al menos tres graneleros, un portavehículos y un pequeño petrolero. El puerto de Baltimore manipuló 847.158 automóviles y camiones ligeros en 2023, la mayor cifra de cualquier puerto estadounidense por decimotercer año consecutivo, según un sitio web del estado de Maryland. El puerto también manipuló grandes volúmenes de azúcar, yeso y café importados, así como carbón exportado.
El cierre de la ruta que suponía el puente va a causar importantes atascos a los viajeros justo antes del fin de semana de Semana Santa en el ya congestionado corredor entre Nueva York y Washington DC. Más allá de los efectos a corto plazo, un cierre prolongado va a causar una gran congestión para los viajeros y las empresas por igual, posiblemente durante meses, señalan desde Bloomberg. Según las estimaciones de tiempo y kilometraje en Google, un viaje en dirección norte desde la Interestatal 95 alrededor del arco occidental de la 1-695 para evitar el puente Key tarda alrededor de una hora, frente a los 32 minutos que tardó yendo hacia el este a través del puente.
Aparte de la paralización del tráfico regional que provocará el cierre, varias empresas importantes tienen almacenes de distribución u otras instalaciones en un polígono industrial en el extremo norte del puente. Entre ellas figuran Amazon, FedEx, Under Armour, Home Depot, BMW y Volkswagen, según datos de Google Maps. El puente también sirve de ruta alternativa para mercancías peligrosas, como algunos líquidos inflamables y vehículos de gran tamaño, que no pueden pasar por la ruta más directa del túnel del puerto de Baltimore.