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La batalla legal por el turismo espacial: El Juzgado admite a trámite la querella de EOS-X Space

  • La consultora Arthur D. Little, y Carlos Mira han sido denunciados por revelación de secretos empresariales y corrupción en los negocios
Despacho de abogado Cremades&Calvo-Sotelo

María Juárez

La carrera por el turismo espacial está en manos de la justicia. El Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid ha admitido a trámite la querella contra la consultora internacional, Arthur D. Little, y el que fuera su presidente en España, Carlos Mira, por revelación de secretos empresariales y corrupción en los negocios. Además, de aprovecharse, presuntamente, del modelo de negocio de EOS-X Space, fundada por Kemel Kharbachi.

Ahora dan comienzo las acciones legales. "Es la primera vez en la vida que una consultora roba a un cliente y desarrolla el mismo proyecto con una empresa paralela para hacernos competencia", denuncia Kharbachi durante una rueda de prensa organizada por el despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo. Por otro lado, Mira ha resaltado en una declaración por otra querella que "la tecnología es de todos"; pero Kharbachi matiza que "se firmó un contrato de confidencialidad".

"Incluimos sociedades nacionales e internacionales que consideramos que también están implicadas y que están vinculadas con la consultora. El juzgado de momento solo admite una pequeña parte que son las declaraciones de Mira y Arthur D.Little que se espera que sean para mayo, y luego ya veremos que pasos vamos dando", explica José Luis González-Montes, socio de Cremades & Calvo-Sotelo.

El origen de todo

EOS-X Space surge en 2020 con el objetivo de impulsar el turismo y dar un paso más. La finalidad de la empresa es democratizar el día de mañana los viajes al espacio, aunque de momento tienen un precio que ronda los 150.000 euros por personas. Durante sus primeros pasos, se creó un consorcio que cuenta con el apoyo de la Universidad Carlos III de Madrid y la Politécnica de Madrid; empresas nacionales, como Airbus; la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA); el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec) o el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). "Necesitamos una consultora para apoyarnos con el proyecto y aquí es donde entra la consultora Arthur D.Little", apunta Kharbachi.

"Firmamos un contrato con ellos, y como con todas las empresas y start up con las que trabajamos. Arthur D.Little nos validó el proyecto una semana antes de la pandemia. Aunque luego me dijeron de pararlo, pero yo dije que no, que era el momento de desarrollar este programa porque todo estaba parado", explica el fundador de la firma. A lo que agrega, "meses más tarde me pidieron el 35% de la compañía para estar conmigo. Y, ante mi negativa, empezaron las amenazas".

Guerra de denuncias

El conflicto entre la consultora y la empresa viene de lejos. "He vivido con inseguridad jurídica en España. He llegado a no fiarme de mis abogados porque se había compinchado con ellos", puntualiza el presidente de EOS-X Space.

Ya en 2022, un inversor externo denunció en Palma de Mallorca a Kharbachi por la presunta estafa de 100.000 euros entregados. El Juzgado de Instrucción número 11 de la ciudad inició su investigación, que concluyó con el procesamiento del fundador de EOS-X Space. Ahora bien, el auto provisional aseguraba que Kharbachi prometió a este inversor la entrada en el accionariado de EOS-X Space "si conseguía una financiación externa de un millón de euros". Así, convenció al denunciante para que le entregara 100.000 euros, mediante un préstamo, en cuyo contrato se incluyó la cláusula de conversión en capital en un plazo máximo de cinco meses y una garantía de devolución si en los 120 días siguientes desde la firma no se conseguía el resto de inversión.

Además, en febrero del año pasado, la Fiscalía decretó que el empresario ideó un "falso proyecto" y solicitó cuatro de prisión.