Con esta antena plegable nunca te quedarás sin cobertura (menos en una catástrofe)
- Maria Sakovsky está detrás de este dispositivo de comunicación
- Alcanza los 30 cms de largo y tiene una respuesta omnidireccional
- El invento español que va a revolucionar la lectura para personas con dislexia y discapacidad visual
elEconomista.es
Muchas veces ocurre que nos quedamos sin cobertura en el móvil por razones vinculadas a catástrofes climáticas que desestabilizan las comunicaciones. Sin embargo, un nuevo invento desarrollado por miembros de la Universidad de Stanford y la Universidad Americana de Beirut (AUB) crean una antena plegable para reestablecer la cobertura y así agilizar el apoyo hacia las personas afectadas por estos fenómenos naturales.
Los desastres naturales ocasionan un daño a las infraestructuras de telecomunicaciones, lo que afecta directamente a los usuarios que requieren de ayuda inmediata o a sus familiares que intentan contactarse. Para estos casos, esta antena permite establecer comunicaciones con satélites o dispositivos en tierra de manera rápida y sencilla.
En esta línea, un grupo de expertos de la Universidad de Stanford y la AUB, crearon una antena portátil desplegable que logra establecer comunicaciones con satélites de forma precisa.
"Las soluciones de última generación que suelen emplearse en estas zonas de riesgo son pesadas antenas parabólicas metálicas. No son fáciles de desplazar, requieren mucha energía para funcionar y no son especialmente rentables", explica Maria Sakovsky, profesora de Aeronáutica y Astronáutica en Stanford, autora de la investigación, en una publicación de Nature.
Es por ello, que Sakovsky y su equipo crearon una antena ligera, que consume poca energía y puede alternar entre dos estados de funcionamiento. Es capaz de hacer más con lo menos posible en estas zonas donde faltan comunicaciones", agrega la experta.
Elementos de los satélites y naves espaciales
Para crear este dispositivo, los investigadores se basaron en los elementos de los satélites y las naves espaciales, pero considerando los componentes ligeros, capas conductoras y flexibles para que fuese plegable. Los componentes fueron fabricados a base de fibra y un diseño en espiral para "facilitar el cambio de su figura ejerciendo poca fuerza".
"Como queríamos que la antena pudiera plegarse hasta adoptar una forma compacta, empezamos con esta estructura que nos llevó a un diseño de antena muy poco tradicional. Estamos utilizando formas que nunca antes se habían empleado en antenas helicoidales, y hemos demostrado que funcionan", destaca Sakovsky.
El prototipo de esta antena posee una forma de anillo de 8,5 centímetros de ancho y 2,5 de alto, impulsando la conexión de la señal de alta potencia. Al desplegarse puede alcanzar los 30 centímetros de largo y tener una respuesta omnidireccional.
"La frecuencia a la que se quiera trabajar determinará el tamaño de la antena, pero hemos demostrado que, independientemente de la frecuencia a la que se trabaje, este principio de diseño puede ampliarse para conseguir el mismo rendimiento", señala Sakovsky.
Primeras pruebas
Según el equipo, esta antena se ha sometido a diversas pruebas en Stanford, desde despliegues hasta rendimiento estructural, al tiempo en que los investigadores de AUB evaluaban su radiación electromagnética, logrando resultados óptimos.
Pese a los avances, los investigadores señalan que "aún requiere de otros componentes", como un transceptor para enviar y recibir señales, un plano terrestre donde ver las ondas de radio, y más elementos electrónicos, sin que supere un kilogramo y se mantenga flexible.
A pesar de requerir de otros componentes, la idea de implementarlo en el espacio está en desarrollo, ya que se puede "revolucionar en la comunicación satelital".