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Rubiales: El sustituto de Villar que le superó en escándalos

  • El presidente podría ser destituido este viernes en la Asamblea Extraordinaria
  • Desde 2018 ha protagonizado múltiples polémicas

María Juárez

Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) vuelve a estar en el punto de mira y su puesto como directivo de la Federación podría pender de un hilo, aunque, de momento, el presidente no tiene intención de abandonarlo. Desde que Rubiales ocupó el cargo en 2018, la Federación se ha visto sumida en múltiples escándalos y crisis que han enturbiado los títulos de la selección nacional y la imagen de la organización. El último ocurrió este domingo, cuando Rubiales besó a la jugadora Jenni Hermoso tras alzarse como campeonas del mundo.

La propia implicado declaró emitió ayer un comunicado, en el que aseguraba que "mi sindicato FUTPRO, en coordinación con mi agencia TMJ se están encargando de defender mis intereses y ser los interlocutores sobre este asunto." Este beso le ha costado a Rubiales varias denuncias la primera fue por parte del presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol (Cenafe), Miguel Galán, y hasta por el partido político Sumar. Del mismo modo, varias organizaciones como UGT, han alegado que "la presidencia de la RFEF no puede ser ocupada por quienes siguen ejerciendo este tipo de comportamientos, propio de las cavernas y contrarios a nuestra normativa legal y a los principios de igualdad irrenunciables de nuestra sociedad del siglo XXI". Además, otra de las organizaciones que se ha sumado a exigir su dimisión es Fasfe, Accionistas y Socios del Fútbol Español, que aseguran que aunque "desconocemos el alcance disciplinario o incluso penal que puedan tener estos hechos, pero independientemente de ello creemos que Luis Rubiales no puede seguir dirigiendo y representando a nuestro fútbol".

¿Posible dimisión?

Ante esta crisis, la Federación ha convocado para este viernes una Asamblea Extraordinaria de urgencia para debatir sobre la situación actual y decidir sobre el futuro de la presidencia. Rubiales parece estar dispuesto a agotar su legislatura —las próximas elecciones están prevista para el verano de 2024—. La Asamblea está compuesta por 140 miembros. De estos, 20 son permanentes, y representan a las federaciones autonómicas, y el resto de los miembros se eligen de entre los clubes, futbolistas, entrenadores y árbitros periódicamente. Por ello, para que la moción de censura salga adelante debe ser formulada por 46 miembros; pero para que sea aprobada necesita el apoyo de dos tercios de la Asamblea.

No obstante, esto es poco probable que suceda, debido al apoyo que tiene Rubiales dentro de la RFEF. Ante este panorama, UGT reclama al Consejo Superior de Deportes (CSD) que actúe de forma contundente en caso de que no dimita, procediendo a aplicar el protocolo de acoso de la Federación y de la Ley del Deporte.

Los cinco años de mandato de Rubiales han estado marcados por las polémicas. La Asamblea de mayo de 2018, eligió por 80 votos frente a 56 a Rubiales —que había renunciado previamente a la presidencia de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE)— para sustituir a Ángel María Villar, que llevaba en el cargo 29 años y que el Tribunal Supremo destituyó cuando se vio envuelto en la Operación Soule.

Primeros cambios

Rubiales llegó a la Federación como un soplo de aire fresco y se esperaba que cambiara el rumbo que había tomado la RFEF en los años de Villar, sin embargo, durante el Mundial de Rusia todo se trunco. Una de las primeras polémicas que protagonizó Rubiales fue la destitución de Lopetegui por Fernando Hierro como seleccionador de España justo 72 horas antes del debut en Rusia. El motivo que dio el presidente fue que Lopetegui había vinculado su futuro al Real Madrid. Esto hizo que el presidente de la RFEF se pusiera en contra a parte de la plantilla del club, a dirigentes como Florentino Pérez e incluso a la opinión pública.

Tras aquella medida vendrían las siguientes. Así, en la primera Asamblea de la RFEF en la que participó, Rubiales decidió asignarse un sueldo fijo de 160.000 euros más variables de 0,15% de los ingresos anuales, sin tener en cuenta las subvenciones que recibiera la Federación. Sus emolumentos todavía suscitan polémicas pues el año pasado el salario bruto del presidente ascendía a 675.761 euros, un 6,5% más que en 2021 cuando fue de 634.761 euros. En esa misma primera Asamblea, también, se aprobó que el presidente recibiera el 0,6% de los patrocinios que consiguiera para la Federación hasta el tope del 0,175% del presupuesto.

Además de que Rubiales tendría derecho a disfrutar de una vivienda en Madrid y recibiría una ayuda mensual de 3.000 euros, o lo que es lo mismo de 36.000 euros anuales. Sin embargo, la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) concluye en un informe que Rubiales incurrió en una ilegalidad cuando pagó el alquiler de una vivienda de lujo en Madrid con fondos federativos "sin tener derecho".

A lo que el organismo de Hacienda añade que "aunque se sostuviera que el acuerdo de la Asamblea General de 26 de octubre de 2020 suprimió el requisito de tener domicilio habitual fuera de la Comunidad de Madrid, al menos desde mediados del año 2019 hasta el 26 de octubre de 2020, el presidente no tenía derecho a la vivienda".

Rubiales ha sido acusado de usar el dinero de la Federación para su propio beneficio. De hecho, Juan Rubiales, exjefe de gabinete y su propio tío, aseguró que pagó orgías con "chicas jóvenes" con el dinero de la RFEF. Esto ha sido negado rotundamente por la Federación, que sostuvo que cada uno de los asistentes "a las jornadas de trabajo" que asegura que se desarrollaron allí, se pagó la estadía de su propio bolsillo. Todavía no hay nada esclarecido pues la Fiscalía lo está investigando.

La Supercopa en Arabia

El presidente de Cenafe, al que luego se le sumo el sindicato Manos Limpias, interpuso una querella a Rubiales por presuntos delitos de corrupción en los negocios y administración desleal. Entre las cuestiones a investigar estaban las presuntas comisiones cobradas por la RFEF y la empresa del exjugador del FC Barcelona, Gerard Piqué, para que el torneo de la Supercopa de España se jugase en Arabia Saudí. De hecho, el propio Rubiales ha alegado varias veces que "esta es la única competición que puede salir de España".

A raíz de esta querella, la Fiscalía Anticorrupción ya estuvo investigando. De hecho, como ya adelantó este periódico, el informe del IGAE desmontaba claramente los argumentos de la RFEF y demostraba que la empresa de Piqué, Kosmos Football, es el agente de la Federación y actuó de intermediario entre la compañía de Arabia, Sela Sport, y la Federación. El acuerdo entre Sela y Piqué se firmó en 2019. La competición está compuesta por seis temporadas e implicaba el pago de una comisión de cuatro millones por cada una de ellas. El documento de la IGAE remitido al juez, que firma el fiscal jefe José M. Alonso, señala que "el importe a percibir por Kosmos Football como una tarifa de éxito era de cuatro millones de euros".

La IGAE resalta también que la compañía Kosmos Football y la Federación quisieron mantener en el anonimato en su relación. "La relación se quiso mantener oculta", se asegura. Ahora la jueza le exige a Piqué que presente el contrato que firmó con Rubiales, y por lo tanto con la RFEF, para cerrar el acuerdo de la Supercopa.

El viaje a Nueva York

La Fiscalía también investiga si algunos de los viajes de Rubiales, y que fueron pagados por la Federación, fueron por motivos de negocio o personales. En concreto, tiene en el punto de mira uno que realizó el presidente a Nueva York (Estados Unidos) en 2018, y que justificó como necesario para llevar a cabo reuniones con diferentes organismos norteamericanos para conseguir nuevos fondos.

De hecho, ayer la jueza de Majadahonda, encargada de investigar las presuntas irregularidades cometidas en la RFEF, ha pedido información sobre este viaje que tuvo lugar entre el 31 de octubre y el 4 de noviembre del 2018, apenas cinco meses después de llegar a la presidencia. De momento, la investigación continúa su curso después de que el pasado junio la magistrada prorrogara las pesquisas otros seis meses más.

En definitiva, el acto de Rubiales ha ocupado todas las portadas de los medios internacionales, eclipsando la victoria de la selección nacional. The Atlantic ha publicado una entrevista a la futbolista Megan Rapinoe en la que esta afirmó que el beso entre Rubiales y Hermoso le "hizo pensar en todo lo que tiene que soportar la selección española femenina. Aunque la imagen de Rubiales tras el pitido final, cuando se agarra la entrepierna, demuestra la profunda misoginia y sexismo que hay en esa federación y en Rubiales".

Asimismo, The New York Times destaca "este desagradable recordatorio de muchos de los escándalos de sexismo que han plagado al fútbol femenino", haciendo un repaso de lo ocurrido y también mencionado las polémicas de las jugadores con el entrenador de la selección, Jorge Vilda.