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Los investigadores dan respuesta a una de las preguntas más frecuentes sobre la muerte

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elEconomista.es, Europa Press

"Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos" (1984), cantaba Siniestro Total en una de sus canciones más populares y reflexivas. En ella, el grupo gallego planteaba algunas de las preguntas más transcendentales que han rodeado al ser humano a lo largo de su historia y que, hasta el momento, siguen sin respuesta.

Los instantes previos a la muerte y lo que experimentamos durante estos momentos están en el límite de lo terrenal y, por lo tanto, están dentro de lo que podemos llegar a conocer. Sin embargo, el viaje de no retorno dificulta mucho esta labor, ya que no podemos comunicarnos con los fallecidos.

Para arrojar luz, en los últimos años varios estudios científicos han tratado de aproximarse a qué se siente cuando estamos al borde de la muerte. En este sentido, un reciente estudio, publicado en la revista Circulation, recopiló el testimonio de 567 personas que sobrevivieron a la reanimación cardiopulmonar (RCP) después de un pero cardíaco.

Experiencias cercanas a la muerte

De todos estos casos, recopilados entre mayo de 2017 y marzo de 2020 en Estados Unidos y Reino Unido, uno de cada cinco describieron experiencias cercanas a la muerte mientras estaban inconscientes, incluyendo una percepción de separación del cuerpo, observando eventos sin dolor o angustia, y una evaluación significativa de la vida, incluyendo sus acciones, intenciones y pensamientos hacia los demás.

Para no dar lugar a equívocos, los investigadores, pertenecientes a la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York (Estados Unidos), corroboraron con los supervivientes que estas experiencias descritas eran diferentes de las alucinaciones, los delirios, las ilusiones, los sueños o la conciencia inducida por la RCP.

El trabajo también incluyó pruebas de actividad cerebral oculta. Un hallazgo clave fue el descubrimiento de picos de actividad cerebral, incluyendo las llamadas ondas gamma, delta, theta, alfa y beta hasta una hora después de la RCP. Algunas de estas ondas cerebrales se producen normalmente cuando las personas están conscientes y realizan funciones mentales superiores, como el pensamiento, la recuperación de la memoria y la percepción consciente.

"Estas experiencias recordadas y los cambios en las ondas cerebrales pueden ser los primeros signos de la llamada experiencia cercana a la muerte, y los hemos captado por primera vez en un estudio a gran escala. Nuestros resultados ofrecen pruebas de que, mientras se está al borde de la muerte y en coma, las personas experimentan una experiencia interior consciente única, que incluye la toma de conciencia sin angustia", ha comentado el doctor Sam Parnia, investigador principal del estudio y médico de cuidados intensivos (UCI).

La identificación de signos eléctricos medibles de actividad cerebral lúcida y elevada, junto con historias similares de experiencias de muerte recordadas, sugiere que el sentido humano del yo y de la conciencia, al igual que otras funciones biológicas del cuerpo, puede no detenerse completamente en torno al momento de la muerte.

"Estas experiencias lúcidas no pueden considerarse un truco de un cerebro desordenado o moribundo, sino una experiencia humana única que surge al borde de la muerte", dice Parnia.