No solo es el Aston Martin: las armas ocultas de Alonso (y otros pilotos) para ganar un GP de la F1
- Los datos en tiempo real permiten reducir los tiempos de los monoplazas
- Un coche de la F1 contiene más de 300 sensores de medición
Cristian Gallegos
Con 41 años, Fernando Alonso sigue demostrando que es uno de los mejores pilotos de todos los tiempos. Lo demostró ayer con su tercer lugar, en el Gran Premio de Arabia Saudí, y en la primera carrera de 2023 con un también tercer puesto en Baréin, arriba de su nuevo Aston Martin. De esta forma consigue su podio número 100 a lo largo de su carrera.
Por esta razón, y por otras, no es de extrañar que el asturiano sea tan respetado en la pista de cada uno de los circuitos de la Fórmula 1 y que tenga el constante reconocimiento de la afición que rememora su perfil al del gran Niki Lauda.
Pero, a qué se debe que el dos veces campeón del mundo, consiga mantenerse vigente y logre buenas posiciones en las carreras. La respuesta va más allá de lo que puede hacer el nuevo Aston Martin AMR23, tiene que ver con 'Moneyball' y 'Big Data'.
'Big Data'
En 2022, en el Gran Premio de la Fórmula 1 de Austin, Estados Unidos, Fernando Alonso evitó de forma magistral un grave accidente en la vuelta 23, al ser chocado por su actual compañero de equipo, Lance Stroll, de Aston Martin. En ese momento, ocurrieron dos cosas: un silencio abrumador por la magnitud del impacto, y la emisión de más de un millón de datos por segundo a la nube ('Big Data'), los cuales fueron claves para que el equipo de Alonso, Alpine, por ese entonces, decidiera continuar la carrera a 33 vueltas del final.
Se trata de una tecnología que tienen los monoplazas de la Fórmula 1 y que gracias a la cantidad de datos que se entregan en tiempo real, permiten a los equipos tomar decisiones, como la que optó Alpine en Austin, y que permitió que Alonso llegue en séptima posición de la general.
El proceso se basa en que mientras los coches compiten, emiten más de un millón de puntos de datos por segundo a una nube. Desde allí, la información se envía a los garajes de los equipos, así como a decenas de personal de apoyo al otro lado del Atlántico.
Los datos almacenados en la nube permiten, además, de toda la información en tiempo real de los monoplazas, que los equipos de la F1 puedan reducir sus tiempos de vuelta en centésimas de segundo, el margen mínimo entre ganar y perder.
Apuesta al 'Moneyball'
Esta es la estrategia clave del ex equipo de Alonso, Alpine, la marca de autos deportivos del fabricante de automóviles francés Renault. Una escudería "desvalida" que apuesta por el análisis estilo 'Moneyball', con el fin de desafiar a los gigantes de Red Bull y Mercedes-Benz.
Equilibrio en el circuito
Los datos pueden democratizar el deporte notoriamente costoso para equipos de bajo presupuesto que carecen de los fondos para acceder, por ejemplo, "al mejor y más grande túnel de viento", dijo a Fortune el CEO de Alpine, Laurent Rossi.
En este contexto, la digitalización de la investigación y el desarrollo puede nivelar el campo de juego para los equipos que anteriormente estaban en desventaja frente a los gigantes.
De esta forma, los datos han cambiado drásticamente el deporte en los últimos años. Los coches ahora contienen más de 300 sensores que miden una amplia gama de entradas, incluida la temperatura, la presión de los neumáticos y la trayectoria, cuenta Fortune.
Importancia de los datos
Las cifras recopiladas de los 10 equipos de Fórmula 1 durante la temporada pueden generar más de mil millones de simulaciones que dan forma a la estrategia de fin de semana de carrera de cada escudería.
"El coche está repleto de sensores. La diferencia entre la pole position y la parte trasera de la parrilla puede ser tan pequeña como el 4%", explicó a Fortune Edward Green, jefe de tecnología comercial de McLaren Racing. "Es un deporte de márgenes superfinos, y tienes que encontrar cualquier forma que puedas para obtener una ventaja", sentenció.